La cantante y compositora dice que se preocupa tanto por sus fans que está teniendo problemas de sueño. Aunque pasó tres días sin dormir, se niega a tomar medicación.
Puntos Clave
- En su última gira sufrió varias descompensaciones.
- La presión por satisfacer a sus fans le han traído trastornos de sueño.
La joven Lady Gaga necesita un descanso. Pero no del tipo de descanso que ansía tener la mayoría. De hecho, estuvo unos días en las playas de Saint Tropez, después de su concierto en el Teatro Bercy de París, donde se la vio disfrutando de un paseo en barco con una amiga.
Lo que la artista necesita es literalmente descansar, dormir, desconectarse por un rato.
Según cuentan en su círculo más cercano, la cantante no puede parar. No sólo de trabajar, sino de pensar.
“Estoy loca. Soy una persona de temer. Creo que es algo que te va pasando de a poco. Siento como si no pudiera detenerlo. Si el destino es perder mi cordura debido a la fama, entonces ese será mi destino. Pero mi pasión es más importante que nada”, explicó Lady Gaga a ContactMusic.
En su última gira, la autora de “Bad Romance” tuvo complicaciones de salud antes de varios shows. Algunas versiones atribuyeron estos episodios a un posible problema de alimentación. Pero ella lo desmintió y explicó que lo que le sucedía era que estaba muerta de sueño.
Luego agregó: “Para mi la fama es un combustible. Cuanto más les gusta a mis fans lo que hago, más quiero retribuirles. Y mi pasión es tan fuerte que no puedo dormir. No he dormido por tres días. Me tiro en la cama y trato de rezar y respirar. Pero tengo una mente hiperactiva. Soy el tipo de persona que nunca tomará medicación para relajarse”.
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La carrera de Lady Gaga, bautizada así por el productor Rob Fusari en referencia a la canción de Queen, que ella siempre solía cantar, ha crecido vertiginosamente en los últimos dos años. Su álbum debut, “La fama”, fue lanzado en 2008. Un año más tarde, salió su segundo disco “The Fame Monster”.
A fines de abril de 2010, la rubia cantante y compositora recibió la nominación de ser una de las 100 artistas más influyentes del mundo, por la revista Time.
Pero para ella, el mundo de la música es algo natural. A los 4 años, ya tocaba piano “de oído”. A los 13, ya había escrito su primera balada. Y a los 14, participó en un show de “micrófono abierto” en lugares como Mercury Lounge, Bitter End y Rockwood Music Hall de Nueva York y recibió muchos elogios.
Mientras tanto, ella sigue pensando y creando. En estos días, por ejemplo, mandó un mensaje a través de Twitter sobre el amor: “El amor es como un ladrillo. Puedes construirte una casa o puedes tapar un cuerpo muerto”.
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