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La noticia se conoció el 22 de diciembre, cuando luego de un chequeo de rutina el Gobierno de Argentina informó que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner tenía un tumor en la tiroides.

La mandataria se sometió a una cirugía el día 4, con miles de seguidores orando por ella en la clínica Austral, en las afueras de Buenos Aires. Pero, ahora, al parecer, el temor por un cáncer fue infundado: aclararon que nunca tuvo un tumor maligno sino adenomas foliculares en la glándula tiroides, que se tratan con yodo radiactivo.

El supuesto cáncer de Fernández, por el cual se sumaba a la lista de otros presidentes y ex mandatarios latinoamericanos afectados por esta enfermedad -Lula Da Silva, Dilma Rousseff, Hugo Chávez y Fernando Lugo- conmocionó y fue motivo de titulares en todo el mundo.

Pero, a tres días de la intervención, el vocero presidencial aclaró que no se trataba de un cáncer y que la presidenta ya se encuentra en la quinta de Olivos, la residencia de los presidentes, y "se recupera muy bien".

Estará de licencia hasta el día 20 y será tratada con yodo radioactivo, una terapia de la medicina nuclear que destruye células nodulares, sin expandir la radioactividad a otras partes del organismo.

Cristina Fernández, de 57 años, asumió el 10 de diciembre de 2011 su segundo mandato presidencial. En las elecciones de 2011 obtuvo el 54,11%  de los votos, accediendo así a un nuevo período de cuatro años.

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