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La actriz Angelique Boyer está de luto. Entre lágrimas le dio el último adiós a su mamá, Doña Sylvie Rousseau, quien falleció a los 49 años luego de someterse a una cirugía por problemas derivados del corazón.

“Hubiera querido que la salud de mi mamá nunca se publicara, pero hoy se fue el amor de mi vida y es algo que nunca nos esperamos en la familia”, comentó la artista a la prensa que se encontraban en la funeraria.

“Se fue mi guerrera, que siempre luchó y luchó, por varios días. Nunca pensé decir esto. Gracias por respetar”, agregó la artista.

Aunque no se precisó de manera oficial las causas de la muerte de la señora, varios medios de comunicación difundieron que el 11 de junio fue operada debido a que padecía insuficiencia cardiaca y cuatro soplos en el corazón.

La alarma se encendió cuando la protagonista de la telenovela “Lo que la vida me robó” informó a sus seguidores en las redes sociales que necesitaba donadores de sangre O+ para Rousseau.

Madre de Boyer, con problemas en el corazón y pulmones

Y pese a que la ayuda y apoyo de sus fans no se hizo esperar, no fue suficiente para mantener con vida a Doña Sylvie, quien además presentaba enfisema pulmonar y complicó más la situación.

Ante un momento difícil, como la pérdida de un ser querido, muchas personas experimentan por un proceso conocido como duelo. Esto consiste en una serie de sentimientos que van desde el dolor a la tristeza, con períodos de enojo y hasta intentos desesperados por negar lo sucedido.

El duelo colectivo es un proceso en el que se dan reacciones de pena masivas y compartidas que ocurren cuando existe el fallecimiento de alguien conocido. Como todo duelo, desata procesos psicosociales y psicológicos que se ponen en marcha ante el evento trágico.

Y es que, como personas experimentamos la aflicción a nuestra manera. Incluso hay etapas comunes para el proceso del duelo, que comienza con el reconocimiento de la pérdida y continúa hasta que finalmente se acepta. Según las circunstancias de la muerte la respuesta de la persona a la aflicción será distinta.

Una manera de describir este proceso es mediante cinco etapas, las cuales no se presentan en un orden y no la experimentan todas las personas: 1) negación, aturdimiento e incredulidad, 2) ira, culpar a otros, 3) hacer promesas, 4) estado de ánimo depresivo, tristeza y llanto, y 5) aceptación.

La familia y los amigos pueden ofrecer apoyo emocional durante un proceso como éste. Algunas veces, los factores externos pueden afectar el proceso de aflicción normal y las personas podrían necesitar ayuda de religiosos, especialistas en salud mental, grupos de autoayuda y trabajadores sociales.

Por ahora, Boyer, ha recibido el apoyo del medio artístico, así como de familiares y amigos. Aunque el tiempo de duelo suele variar, se trata de un procedimiento muy doloroso.

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