Los niveles de ciertas bacterias que viven en el intestino y las placas ateroescleróticas coronarias podrían estar vinculadas. Estas se forman por la acumulación de depósitos de grasa y colesterol, y constituyen una de las principales causas de ataques cardíacos.
El estudio, que se publicó en Circulation y fue dirigido por investigadores de la universidades de Uppsala y Lund, en Suecia, se basó en análisis de bacterias intestinales e imágenes cardíacas de 8.973 participantes de 50 a 64 años, que no tenían enfermedades cardíacas conocidas previamente.
"Encontramos que las bacterias orales, particularmente las del género Streptococcus, se asocian con una mayor incidencia de placas ateroescleróticas en las arterias pequeñas del corazón, cuando se encuentran en la flora intestinal", dijo Tove Fall, profesora de epidemiología molecular de la Universidad de Uppsala, y coordinadora del estudio.
"Sabemos que las especies del género Streptococcus son responsables comunes de neumonías e infecciones de la garganta, piel y válvulas cardíacas. Ahora debemos comprender si también contribuyen al desarrollo de la aterosclerosis", agregó.
Los investigadores indicaron que una tecnología avanzada que permite la secuenciación y la comparación del contenido de ADN en muestras biológicas, ayudó en el análisis. Al mismo tiempo, técnicas de imágenes mejoradas les permitieron detectar y medir cambios tempranos en los vasos sanguíneos pequeños del corazón.
¿Cómo se realizó el estudio?
El grupo de especialistas examinó las arterias coronarias, que son las principales responsables de suministrar sangre al corazón, a través de técnicas de tomografía computarizada. Esto les permitió medir la cantidad de calcio en estas arterias, que es un indicador temprano de la ateroesclerosis.
Hallaron una conexión entre la microbiota intestinal y la aterosclerosis coronaria, ya que las personas con ciertas bacterias, como Streptococcus anginosus y Streptococcus oralis, tenían más calcio en sus arterias coronarias.
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También descubrieron que algunas bacterias intestinales se relacionaban con marcadores de inflamación en el cuerpo, lo que podría indicar problemas de salud en general. Además, reconocieron que otras bacterias estaban relacionadas con problemas dentales.
La identificación de estas asociaciones novedosas fue posible gracias al gran número de muestras con datos de alta calidad de las imágenes cardíacas y de la flora intestinal, afirmaron los autores. Estos se obtuvieron del Estudio Sueco de Bioimagen Cardiopulmonar (SCAPIS), que representa una de las colecciones más grandes del mundo de estos dos tipos de datos.
"Apenas comenzamos a entender cómo el anfitrión humano y la comunidad bacteriana se afectan entre sí en los distintos compartimentos del cuerpo", afirmó Marju Orho-Melander, profesora de epidemiología genética de la Universidad de Lund y una de las autoras principales del estudio. "Nuestro estudio muestra una peor salud cardiovascular en los portadores de bacterias del género Streptococcus en los intestinos. Ahora, debemos investigar si estas bacterias son factores importantes en el desarrollo de la ateroesclerosis".
La ateroesclerosis aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, que actualmente son la principal causa de muerte en el mundo. Se estima que cada año se cobran 18 millones de vidas (2 millones corresponden a América Latina y el Caribe).
Mantener un peso saludable, hacer ejercicio regularmente, incluir una dieta rica en frutas, vegetales, cereales y legumbre, controlar el estrés, evitar el tabaco y limitar el consumo de alcohol, son factores claves para prevenir o retrasar el inicio y la progresión de la aterosclerosis.
Esta historia se produjo utilizando contenido de estudios o informes originales, y de otras investigaciones médicas y fuentes de salud, y salud pública, destacadas en enlaces relacionados a lo largo del artículo.
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