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Se trata de un queso hecho a partir de levadura (como la empleada en la panadería) modificada genéticamente, con igual valor nutricional y que imita el sabor del queso de vaca.

A diferencia de otros tipos de queso (vegano) que se producen a partir de soya y otros ingredientes de origen vegetal, los científicos obtienen este queso a partir de la copia de la secuencia genética presente en los mamíferos. Para ello, mezclan el ADN bovino con células de levadura para producir una especie de proteína de la leche. Posteriormente combinan la proteína con agua, un poco de mantequilla vegetal y azúcar sin lactosa para obtener leche y, posteriormente, queso.

El queso resultante es similar al gouda, sin lactosa, hormonas o antibióticos. Un queso con sabor a queso, pero que no proviene de la leche de un animal. 

Cabe destacar que las secuencias genéticas de la proteína de leche natural no se obtienen directamente de los animales, sino que son copiadas. De este modo se logra un producto que de acuerdo con los autores del trabajo, no se basa en la explotación cruel de animales.

Si bien el proyecto podría resultar extraño para algunos de nosotros, este tipo de queso sería una excelente opción para los llamados veganos que optan por no consumir leche de cabra, vaca, oveja o de cualquier otro animal que se utilice para fabricar productos lácteos y para las personas con intolerancia a la lactosa que tiene problemas para digerir leche o comer queso de vaca.

Los veganos no come ningún producto animal, evitan la carne (incluyendo el pollo y el pescado), el huevo, la leche y productos lácteos, la manteca, la gelatina e inclusive la miel de abeja. Su dieta es de principalmente frutas y verduras, arroz y otros granos, y frutos secos.

En este video se puede ver el proceso de producción del queso (en inglés):