De ahora en más, las embarazadas que viajen a los Estados Unidos tendrán que demostrar que no vienen al país para dar a luz con el objetivo de que sus hijos sean ciudadanos estadounidenses.
La administración Trump impuso reglas más estrictas para otorgar visas a embarazadas o mujeres que "podrían estarlo", con el objetivo de frenar el llamado "turismo de nacimientos".
A diferencia de la mayoría de los países europeos, en los que el derecho de ciudadanía es a través de la sangre —por ejemplo una persona puede obtener la ciudadanía española o italiana por ser hijo o nieto de un ciudadano viva o no en ese país—, en los Estados Unidos se es estadounidense si se nace en suelo estadounidense.
Autoridades dijeron que las nuevas restricciones no significan que se les preguntará a todas las mujeres en edad reproductiva si están embarazadas. Sin embargo, los oficiales de migración harían la pregunta solo si tuvieran razones para creer que la mujer que está aplicando para la visa está embarazada, y si es probable que planee dar a luz en los Estados Unidos.
La decisión de otorgar o no la visa dependerá de cada caso en particular. La embarazada deberá demostrar, por ejemplo, que existe una razón médica para que el parto ocurra en los Estados Unidos. Y, si este es el caso, deberá tener el dinero para pagar todos los costos médicos de su bolsillo.
Los oficiales de migración podrán negar una visa de turismo si sospechan que la persona planea dar a la luz en los Estados Unidos.
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Estas restricciones no se impondrán a ciudadanos de 39 países de Europa y Asia que pueden venir a los Estados Unidos sin visa. Solo aplicarán a los que solicitan las visas clase B, para estadías cortas en el país, para negocios o turismo.
Según el comunicado de la Casa Blanca, esta estrategia pretende "terminar con este problema endémico y protegerá a los contribuyentes para que los dólares que ganan con esfuerzo no se desvíen para financiar los costos directos y posteriores asociados con el turismo de nacimiento".
Aunque viajar embarazada a los Estados Unidos no es ilegal, el gobierno federal ha desbaratado agencias de viajes que promueven el "turismo de nacimientos" por fraudes con visas y evasión de impuestos.
Según el Center for American Progress, estas exigencias "son discriminatorias contra la mujer". Defensores de los inmigrantes consideran que este endurecimiento es parte de un plan "no anunciado" de la administración Trump para seguir creando "barreras invisibles" para prevenir la llegada de nuevos inmigrantes.
El costo de tener un bebé en los Estados Unidos está entre los más caros a nivel mundial. Sin complicaciones durante el parto, ronda los $10,000. Esta cifra puede subir a $30,000 si el parto es por cesárea.
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