En una encuesta sobre violencia sexual en las universidades, realizada por la Association of American Universities con 150,000 estudiantes de 27 escuelas, incluyendo algunas de las más exclusivas del país, el 20% de las jóvenes dijo haber sido víctima de alguna forma de abuso sexual o intimidación en las instalaciones educativas, en lo que va del 2015.
El porcentaje de estudiantes universitarias que dicen padecer abuso es muy alto. Y esta encuesta de la Association of American Universities (AAU) sirve para arrojar más luz sobre lo que está pasando en ese ámbito.
El informe completo —de más de 200 páginas y de donde se desprende que el 20% de las mujeres han padecido algún tipo de abuso sexual— ha puesto en la mira un tema preocupante, y los principales directivos de las universidades dicen que tomarán medidas para frenar esta epidemia de violencia de género.
Los resultados dados a conocer por la AAU se suman a los crecientes indicios de que el asalto sexual es algo frecuente en los campus universitarios, especialmente entre los estudiantes que viven en los dormitorios.
Aunque las universidades ya están en estado de alerta sobre este problema, ahora se tiene una real magnitud del alcance que tienen estos episodios de violencia.
Las participantes en la encuesta de la AAU fueron estudiantes de una gama de instituciones públicas y privadas, y la proporción de ellas que dijeron que habían sido asaltadas sexualmente en instalaciones universitarias fue del 19% en la Universidad de Texas en Austin, el 24% en la Universidad de Virginia, el 26% en la Universidad de Harvard, el 28% en Yale (foto, arriba, del campus en New Haven) y el 30% en la Universidad de Michigan.
Según la encuesta, el 11% de las estudiantes dijo que había experimentado incidentes de penetración o intento de penetración, y la mitad de ellas dijo que había sido por la fuerza. Otras dijeron haber sido víctimas de contacto físico no deseado o recibir besos sin consentimiento, que se podrían definir como agresión sexual.
Violación se define como "penetración vaginal, oral o anal que se logra mediante amenazas de violencia o el uso de la fuerza física, o usando la táctica de incapacitar a la víctima", según la Academia Americana de Medicina (AMA). Otras formas de conducta sexual impropias son: los contactos físicos no deseados o el abuso verbal de género.
"Los líderes de nuestras universidades están profundamente preocupados por el impacto de este flagelo en sus estudiantes", dijo Hunter Rawlings, presidente de la AAU.
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Otras hallazgos de la encuesta fueron:
- La proporción de mujeres universitarias que dijo haber sufrido asalto sexual o haber sido víctimas de conductas impropias varió de 13% al 30% entre las 27 universidades. En las privadas al parecer hubo más víctimas que en las instituciones públicas.
- De las estudiantes que dijeron ser víctimas de penetración forzada o intento de penetración, un 25% dijo haber denunciado el hecho.
- Con respecto a la percepción, el 63% dijo creer que las autoridades de los campus toman las denuncias en serio. Y el 56% expresó sentirse más seguras después de haber reportado el abuso.
- La encuesta también encontró que el 11% de las estudiantes en los primeros de carrera había experimentado penetración o sexo oral sin consentirlo y esta tasa varió de 5% a 21% entre las 27 universidades.
- En general, entre los hombres, los reportes de abuso sexual no superan el 5%.
Otras cifras consolidan una grave tendencia
El reporte de la AAU reafirma otras evidencias de lo que viene sucediendo en las universidades. Según un informe de mayo del 2015 realizado por la Facultad de Salud Pública de la Universidad Brown en Providence, Rhode Island, casi 1 de cada 5 jóvenes universitarias del estado de Nueva York ha sido violada o ha sufrido un intento de violación durante su primer año de estudios.
En este informe, los investigadores hallaron que el alcohol y las drogas tuvieron mucho que ver con los abusos sexuales, ya que hasta el 15% de las mujeres jóvenes reportaron que habían sido víctimas de una violación en su primer año de universidad, mientras estaban "incapacitadas" o no estaban plenamente conscientes.
"Encontramos que las probabilidades de una violación mientras se está incapacitada (por los efectos de distintas sustancias) son más altas en la universidad que en la comunidad", señaló la autora líder, Kate Carey, profesora de ciencias de la conducta y sociales. Los hallazgos del estudio aparecieron en mayo en la revista Journal of Adolescent Health.
En febrero de este año, la Asociación Americana de Psicología (APA) publicó un análisis de las agresiones sexuales en los campus en base a una encuesta a 10,000 estudiantes en 31 casas de estudios realizada entre 2001 y 2012, y concluyó que "hay un patrón de subregistro en las universidades que le restan importancia a la situación y a los números". Según este informe, las denuncias por distintas formas de abuso sexual en las universidades se incrementaron en un 44% en la última década.
El aumento en el número de denuncias de abuso sexual coincide con un récord histórico de inscripción de mujeres en universidades. Según datos de la Oficina del Censo, en las universidades públicas del país por primera vez el género femenino impera en los claustros: 56.4 % de mujeres contra 43.6% de hombres.
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