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La oleada de denuncias por violación contra Bill Cosby, de 77 años, no se detiene y ya suman 20 las supuestas víctimas. Son mujeres a las que les llevó décadas confesarlo, pero al ver que otras lo hicieron, ahora deciden sacar su caso a la luz: así justifican el por qué de su largo silencio tras el supuesto ataque.

Muchas de ellas lo contaron a los medios y algunas lo están llevando a la corte. Fueron compañeras de elenco, admiradoras ocasionales o jóvenes que deseaban ingresar en la carrera artística. Esta semana se conoció el caso de Judy Huth, quien llevará su caso a la Corte Suprema de Los Ángeles.

Ella alega agresión sexual en la Mansión Playboy en 1974, y lo denuncia por el estrés emocional que le provocó el ataque: tenía sólo 15 años. La demanda va a llamar a la supuesta acción de Cosby como "maliciosa, opresiva y fraudulenta en su naturaleza".

Hay patrones que se repiten en las denuncias. A casi todas -y los relatos podrían completar un libro- Cosby las seducía con frases halagadoras y les prometía algo importante, como una cita con un productor conocido, un papel en una serie junto a él o la primera fila en el teatro. 

• ¿Cosby usó la fama para atraer víctimas?

Según sus víctimas, una vez que estaban solos les daba algo de beber que en casi todos los casos eran píldoras o una sucesión de bebidas, y luego las abusaba sexualmente. Casi siempre despertaban después del hecho consumado y se sentían mareadas, doloridas y confundidas. El mismo modo de operar se habría repetido una y otra vez.

Las conductas premeditadas y repetidas de Cosby, de ser ciertas las acusaciones, podrían trazar un perfil de agresor sexual serial. "El delincuente sexual serial suele adoptar un comportamiento similar cada vez que ataca a sus víctimas. Suele vestirse de la misma manera y repetir ciertos comportamientos que se reiteran en los distintos hechos que realiza" según la Asociación Argentina de Psiquiatría (AAP).

El agresor serial suele elegir mujeres jóvenes y bellas, pero no siempre respeta estos patrones de elección, y en cuanto a los lugares, un gran número de ellos prefiere "un escenario conocido y predeterminado por él, donde se siente más cómodo para manipular a sus víctimas, ya que tiene estudiados todos los detalles del plan" detalla la asociación.

Es por eso que según el relato de las diversas víctimas de Cosby, las habría llevado a su piso, a un estudio, o en el caso recién conocido de Judy Huth, a la Mansión Playboy, para concretar su plan de agresión.

Agresores sin límites

La AAP, miembro de la World Psychiatric Association (WPA) realizó un amplio estudio sobre las características psicológicas de los agresores sexuales en serie.

“El examen psiquiátrico general de los delincuentes sexuales seriales nos ha demostrado que el grupo mayoritario (80 al 90 %) no presentan signos de alienación o enfermedad mental franca, es decir, que son personas jurídicamente imputables”, tal sería el caso de Bill Cosby, quien podría terminar en la cárcel si las denuncias logran ser probadas.

De ellos, la inmensa mayoría está compuesta por individuos con trastornos de la personalidad, psicópatas antisociales y/o sexópatas con o sin perturbaciones sexuales, pero es común en todos el hecho de que no se detienen nunca. "El agresor serial no suele tener un número límite de agresiones, por lo general, el límite lo determina su detención o arresto" concluye la AAP.