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Después de un embarazo normal de 41 semanas y 13 días, Amy y su esposo Liam Fynn, se aprestaban a recibir a su bebé a través de un parto natural en una piscina, pero en un momento crítico, la partera dijo que el corazón no latía, e inmediatamente fue llevada a la sala de emergencias de un hospital cercano frente a la desesperación de sus padres.

Derivada a la sala de cuidados neonatales de   Chesterfield, en Reino Unido, fue expuesta a bajas temperaturas para prevenir el daño cerebral, mientras su corazón seguía sin latir y así pasaron casi 10 minutos. Pero en momento, exhaló y “volvió de entre los muertos” tal el relato de sus padres. 

Después de 3 días de tratamiento de enfriamiento, enfrentaron una tensa espera para saber si Lilia iba a sobrevivir, ya que necesitaban exponerla a una temperatura normal.

Afortunadamente, después de varios días de ir aumentando el calor y observando con un monitoreo cuidadoso, los médicos confirmaron que la recién nacida ya no se considera en estado crítico.

Sin embargo, debido a que había sido privada de oxígeno durante tanto tiempo cuando nació, los Fynn fueron advertidos por los médicos de que Lilia tenía probablemente una lesión cerebral, algo que fue probado con una resonancia magnética. Aunque por su corta edad, no se podía estimar la magnitud de los daños.

Los daños se hicieron visibles cuando la pequeña no cumplía con las expectativas normales para su edad. “Nos dimos cuenta de que no podía darse vuelta o llevar las manos a la boca", dijo la señora Fynn. Después de muchas pruebas, a los 5 meses de edad, fue diagnosticada con parálisis cerebral, un grupo de trastornos que afecta la capacidad para moverse, mantener el equilibrio y la postura.

"Tenía problemas con el equilibrio y, aún ahora, ella lucha para sostenerse y sólo puede permanecer sentada alrededor de 2 ó 3 minutos. "No puede gatear y casi siempre tenemos que llevarla” contó su madre a Dailymail.

Contra viento y marea

El diagnóstico médico es muy duro, pero los padres de Lilia, quien hoy tiene 20 meses, están decididos a luchar contra todas las adversidades. Y decidieron iniciar una campaña solidaria a través de GoFundMe para recibir donaciones que les permitan hacer frente a los costosos tratamientos.

La pequeña recibe fisioterapia, terapia del habla y del lenguaje y también asiste periódicamente a un centro médico que realiza un seguimiento de su progreso.

"A pesar de todo esto, lo único que ella hace es sonreír. A ella le encanta divertirse, y sólo tiene la gente para ayudarle a hacerlo” es el mensaje de esperanza de los padres.

Los médicos han advertido que ella nunca podrá caminar, pero la familia trata de mantener una actitud positiva. Y aunque respetan su opinión, “es tan difícil pensar así, queremos darle la mejor oportunidad posible y esperamos que pueda vencer todas las probabilidades” expresan.

El dinero recaudado servirá para comprarle un triciclo adaptado especialmente, y además, la pequeña tendrá un tratamiento llamado Therasuit, que consta de un traje especial diseñado para mejorar las habilidades motoras y el equilibrio.

Por último, los Fynn expresan: "Estamos muy agradecidos a todos los que han ayudado a recaudar fondos hasta ahora. Sabemos que Lilia es una de las niñas más afortunadas, gracias a la gente que la está ayudando”.

¿Cuántas personas padecen de parálisis cerebral?

La Fundación United Cerebral Palsy (UCP) estima que cerca de 800,000 niños y adultos en los Estados Unidos viven con uno o más síntomas de este mal. De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) cada año cerca de 10,000 bebés nacidos en el país tendrán parálisis cerebral.

A pesar de los avances para prevenir y tratar ciertas causas de parálisis cerebral, el porcentaje de bebés que padece la afección, ha seguido siendo el mismo en los últimos 30 años.