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Aumentó el uso de antipsicóticos en los asilos

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Por Pan-American Life
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Un informe de Consumer Reports alerta sobre el incremento de la utilización de antipsicóticos atípicos, que ponen en riesgo la vida de los ancianos. Administrados para “tranquilizar” a los pacientes, se pueden tomar ciertas medidas para evitar que les proporcionen estos medicamentos a los familiares.





A medida que aumenta la cantidad de estadounidenses que viven en casas de asistencia, un nuevo reporte de Consumer Reports-Salud informa sobre el uso inapropiado de riesgosos medicamentos utilizados para tranquilizar a los pacientes ancianos. La venta de antipsicóticos atípicos ha ido aumentando constantemente de $8400 millones de dólares en el 2003 a $14600 millones en 2009, aún más que otros medicamentos para tratar afecciones comunes como depresión, indigestión, colesterol alto e hipertensión.

“Nuestro análisis indica que el uso de estos fármacos en pacientes confundidos o con demencia en los asilos no es justificable. Los beneficios son muy limitados y los riesgos significativos, especialmente en esta población. Otra vez tenemos un doloroso ejemplo de una industria farmacéutica que usa un modelo de megaventas y que busca usos inapropiados y riesgosos a sus medicamentos”, dijo John Santa, M.D., M.P.H., director del Centro de Calificaciones de Salud de Consumer Reports.

Este reporte de la American Society of Health-System Pharmacists y Consumer Reports Best Buy Drugs (BBD por sus siglas en inglés) es parte de una investigación actual sobre fármacos prescritos por médicos “off-label” (esto significa que un medicamento se usa para otros padecimientos de los recomendados para ese medicamento).
Consumer Reports Best Buy Drugs es un proyecto de educación pública que usa protocolos basados en evidencia para evaluar y calificar fármacos usados en más de 35 afecciones. Los autores del reporte analizaron decenas de estudios sobre el uso atípico de los antipsicóticos oficialmente aprobados por la Federal Drug Administration (FDA, por sus siglas en inglés), para tratar el desorden bipolar y la esquizofrenia, pero que con frecuencia se usan “off-label” para controlar la agitación, agresión, alucinaciones, y otros síntomas en pacientes ancianos con enfermedad de Alzheimer u otras formas de demencia. No existen medicamentos aprobados por la FDA para estos usos,  pero los doctores pueden recetar legalmente cualquier medicamento que consideren apropiado.

Sin embargo, estos medicamentos implican riesgos mayores significativos, especialmente para la gente de la tercera edad, que incluye diabetes, muerte cardíaca repentina, desórdenes de movimiento, pulmonía, accidente vascular cerebral y aumento de peso. Durante un período de tres meses en 2010, 26% de los residentes de las casas de asistencia recibieron antipsicóticos, según datos recientes recogidos por el Departamento de Salud y Servicios Humanos. Además, la investigación indica que las intervenciones conductuales, que es el tratamiento más indicado, apenas se emplean si acaso, en algunas de estas residencias de asistencia. “Esta debe ser una advertencia a los esposos e hijos adultos, y a otros familiares de los pacientes en casas de retiro sobre el hecho de que fuertes fármacos están siendo utilizados para controlar a estos pacientes, lo que los expone a muy serios riesgos. Va a depender de todos los interesados – desde la familia a los cuidadores directos en la casa de asistencia  hasta los doctores – que se apliquen medidas alternativas que disminuyan la necesidad de estos medicamentos potentes”, comentó el Dr. Santa. Entre estas alternativas se incluyen el uso de música, masajes, mirar fotos de la familia, conversaciones por teléfono frecuentes con los familiares, técnicas de distracción y medicamentos aprobados para frenar la pérdida cognitiva de la demencia o alguno de los nuevos antidepresivos.

Avisos de caja negra de la FDA han sido mandados a los buzones de los médicos por más de 5 años, advirtiéndoles que el uso atípico de estos poderosos antipsicóticos puede ocasionar serios riesgos de salud, incluido el riesgo de muerte. Estas advertencias, que empezaron en 2005, se suscitaron por la evidencia de que la tasa de muertes en pacientes con demencia senil que recibían antipsicóticos fue de 4.5% durante un ensayo controlado de 10 semanas, en comparación con 2.6% en el grupo placebo, según un estimado de la FDA. “El sistema de advertencia de caja negra de la FDA es bien intencionado, pero el uso en aumento de estos poderosos fármacos con alto riesgo sugiere que el sistema no está funcionando”, agregó el Dr. Santa.

Hay varias medidas que los consumidores pueden tomar para evitar el uso indebido de los antipsicóticos en las casas y asilos de asistencia:

  • Preserve sus derechos. Cuando un paciente es admitido a una casa de asistencia, la familia normalmente firma una forma dando permiso de que se le administren los cuidados necesarios, incluyendo medicamentos. Pero las medicinas que no han sido aprobadas para el diagnóstico del paciente y que llevan una advertencia de caja negra, ameritan una discusión con los familiares sobre los riesgos potenciales y los beneficios, y se debe obtener el consentimiento, según las guías del tratamiento. Los familiares que firmen el permiso deben indicar con toda claridad que si la residencia se está considerando usar un antipsicótico, debe informarse primero a la familia.
  • Ofrezca su ayuda. Algunas familias han informado que se sienten presionadas por la casa de asistencia a dar su consentimiento para un antipsicótico en nombre de un paciente recién admitido. Si el lugar de retiro se niega a cuidar al paciente sin usar un sedante fuerte, entonces la familia podría ofrecer ayuda preguntando si pueden quedarse por un tiempo hasta que el paciente se sienta más cómodo. Si el asilo se resiste a su petición, es otra bandera roja señal de alerta que se debe considerar.
  • Manténgase informado.  Si la persona que recibe cuidados requiere de un antipsicótico, esté al tanto de los detalles del tratamiento asistiendo a las reuniones de equipo en la casa de asistencia cada dos o tres meses, a las que normalmente se invita a los familiares. Eso puede brindarle una buena oportunidad de preguntar si el paciente está siendo monitoreado para ver efectos secundarios y si está tomando la dosis más baja, que es lo óptimo. Los familiares también pueden pedir hablar con un gerente o que se les avise cuando el doctor haga las visitas de rutina en la residencia.

Visita la página de salud de Consumer Reports para leer el estudio completo.


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