La joven Brittany Maynard se quitó la vida el 2 de noviembre de 2014, y se convirtió en la cara más visible de la lucha por el derecho a la muerte digna. Algunas cosas cambiaron desde ese momento en que el tema fue un debate obligado que atravesó a toda la sociedad.
A los 29 años y después de recibir la noticia de que padecía un glioblastoma, el tipo de tumor cerebral primario más invasivo, agresivo e incurable, Brittany decidió que quería poner fin a su vida y elegir la forma y el día para hacerlo.
"El cáncer está acabando con mi vida. Elijo acabar con ella un poco antes y con mucho menos dolor y sufrimiento...Tener esta opción al final de mi vida se ha vuelto increíblemente importante. Me ha dado una sensación de paz en medio de un momento tormentoso que, de otra manera, habría estado dominado por el miedo, la incertidumbre y el dolor", declaró Maynard en su blog personal.
Ella se mudó de California a Oregon para poder acceder a ese derecho, y hace exactamente un año, se despidió de la vida rodeada de su familia. Pero desde el 5 de octubre de 2015, California promulgó una ley que permite la muerte asistida o suicidio asistido y se transformó en el quinto estado en promulgar una ley que permite a las personas con enfermedades incurables tomar esta decisión, junto a Oregon, Vermont, Montana y Washington.
Ahora en California por ley, un paciente que padece una enfermedad terminal y desea morir deberá contar con el aval de dos médicos que confirmen que, por el diagnóstico médico, a esa persona le quedan 6 meses o menos de vida. El paciente debe tener la capacidad de tomar medicación por sí mismo y debe ser mentalmente capaz de tomar decisiones médicas.
El proceso que siguió Brittany Maynard se llama muerte asistida o suicidio asistido y que, aunque tiene el mismo objetivo que la eutanasia -la muerte del paciente- son distintos. ¿Cuál es la diferencia?
• En la muerte asistida, el médico provee al paciente de la información y medicación necesaria para que el mismo paciente terminal se quite la vida.
• En la eutanasia, es el propio médico el que inyecta la dosis letal que acabará con la vida del paciente.
La Corte Suprema de Estados Unidos considera a los cuidados paliativos un derecho del paciente, pero a principios de los 90 dejó librado a los estados la decisión de aprobar o no leyes sobre la muerte digna.
Oregon es pionero porque fue el primero en votar la ley en 1997. En el mundo, sólo Bélgica, Suiza y Holanda han promulgado leyes claras y abiertas sobre la muerte asistida.
¿Qué es la muerte asistida?
La muerte asistida por un médico (Physician-Assisted Suicide o PAS, en inglés) es, para muchos, un acto de piedad, a pedido de un paciente al que le queda poco tiempo de vida, o un tiempo de vida con un deterioro físico y mental muy grande. Las principales razones por las cuales los pacientes terminales piden morir son: una enfermedad dolorosa, la futura pérdida de las facultades mentales, la indignidad de verse postrados y no querer ser una carga para otros.
El paciente debe firmar esta "decisión informada" luego de entrevistas con su médico, con otros especialistas, incluido un psiquiatra quien evalúa que la persona tiene sus facultades mentales plenas, para tomar esa decisión.
Desde que se legalizó el suicidio asistido en Oregon, 460 personas han elegido el camino de la muerte digna. El 80 por ciento de estos pacientes padecían formas de cáncer agresivas e irreversibles. El 75 por ciento tenía entre 55 y 84 años.
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El derecho a morir con dignidad forma parte de la terapéutica en el final de la vida. Lo que sí está aceptado legalmente es que los médicos realicen cuidados paliativos, es decir que le den al paciente terminal medicinas que alivien su dolor y que disminuyan casi al mínimo su sufrimiento final, según explica un trabajo del Robert H. Lurie Comprehensive Cancer Center de la Universidad Northwestern.
El Death with Dignity National Center, una organización sin fines de lucro con sede en Oregon que promueve la muerte asistida, explica que, antes de decidir la fecha de la muerte, los pacientes deben firmar una "decisión informada" que es distinta al "consentimiento informado" que se da por ejemplo para autorizar una cirugía.
El paciente debe firmar esta "decisión informada" luego de entrevistas con su médico, con otros especialistas, incluido un psiquiatra quien evalúa que la persona tiene sus facultades mentales plenas, para tomar esa decisión.
¿Qué medicamento se usa?
Actualmente en Oregon, secobarbital es la medicación que más se utiliza para asistir en una muerte digna. Pentobarbital es la segunda opción. Se prescriben 9 miligramos que el farmacéutico prepara, recomendando tomar la medicina con un jugo por su sabor amargo. Es una única toma, con el estómago vacío para facilitar la absorción.
Los pacientes también deben tomar, una hora antes de la medicina letal, una medicina para prevenir vómitos y diarreas, que pueden anular el efecto del secobarbital.
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