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Los caldos en cubos para preparar sopas o aderezar comidas son sabrosos y siempre resultan útiles para sacarnos de un apuro. Hay para todos los gustos, de vegetales, carne, ave y pescado. Sin embargo, hay que utilizarlos con cuidado y a conciencia: tienen un bajo aporte energético (unas 13 calorías por taza de 250 ml) y un alto contenido de sal. 

Las marcas comerciales tienen entre un 0,7 y un 1,1 % de sal, y una taza de caldo de 200 ml puede contener unos 2,2 gramos. La Organización Mundial de la Salud recomienda que el consumo medio de sal por día se sitúe en torno a los 5 gramos y las Guías alimentarias de los Estados Unidos recomiendan que se limite a menos de 2,300 mg, aunque el consumo promedio diario es de 3,300 mg. Para evitar este tipo de excesos, se puede optar por productos bajos o reducidos en sodio. 

Los Centros para Prevención de Enfermedades informan que el 90% de los estadounidenses consume más sodio de lo recomendado para una alimentación saludable. Por eso aconseja tener en cuenta las marcas de los alimentos ya que los niveles de sodio pueden variar. Por ejemplo, el contenido de sodio en el caldo de fideos con pollo puede tener una diferencia de hasta 840 miligramos (mg) por ración. 

Un exceso de sodio aumenta el riesgo de presión arterial alta y esto conlleva a enfermedades del corazón, accidentes cerebrovasculares y otras enfermedades vasculares. El Instituto Nacional de Trofología de México encontró una propuesta natural y muy gustosa para la sopa o las salsas de tu cocina. La trofología es una disciplina que promueve la correcta preparación y combinación de insumos para mejorar la salud. Para ello busca que los alimentos que se consumen sean de la mejor calidad y con una preparación que no afecte sus propiedades. 

Ellos sostienen que si se cuidan ciertos detalles de la dieta, en 90 días se pueden empezar a notar los cambios en la salud, y llegar a reducir síntomas de colesterol alto, fatiga, estreñimiento, colitis y alergias, entre otros. 

Para suplir el uso de cubitos para caldos, propone disponer en cubeteras hierbas picadas como romero, albahaca, berro, cilantro, perejil y otras aromáticas. Luego cubrir con algún medio graso como aceite de oliva, aguacate o mantequilla clarificada y guardar en el congelador. 

Cuando quieras prepara un caldo, una sopa o alguna comida con mucho sabor y sin exceso de sal, lo tendrás al alcance de tu mano. Según aseguran, no extrañarás el sabor “concentrado o químico” de los cubitos comprados.

Imagen: Instituto de Trofología