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Actualmente, nuestra sociedad se caracteriza por llevar una vida muy agitada. Cada día se vive más deprisa. Por esta razón, la comida rápida se ha vuelto tan popular. Sin embargo, su consumo excesivo ha tenido repercusiones en la salud, como lo es el aumento en la incidencia de obesidad,  diabetes,  hipertensión y enfermedades cardiovasculares, lo cual ha creado mucha controversia sobre su consumo.

La comida rápida es casi un sinónimo de comida rica en grasa,  colesterol, sodio, azúcar y calorías. Por lo tanto, el objetivo al escoger una opción es que sea lo más baja en grasa, azúcar, sodio y calorías posible. Además, es recomendable que contenga fibra, ya que ésta te ayudará a no absorber cierto porcentaje de la grasa de tu comida y te hará sentir satisfecho(a) con más facilidad.  

A continuación, te damos algunos consejos para que transformes tu comida rápida en comida saludable. Sin embargo, procura limitar su consumo a 1-2 veces por semana.

Algo muy fácil de hacer para aumentar el contenido de fibra de tu comida es sustituir el pan blanco por integral o iniciar tu comida con una ensalada pequeña con aderezo bajo en grasa y calorías.

Si lo que quieres es bajar el contenido de  grasa de tus alimentos, escoge preparaciones que sean a la plancha, al vapor, asadas o rostizadas y prefiere las que son a base de carnes blancas, como pollo, pavo, pescado o mariscos. También es muy importante evitar las comidas con salsas cremosas, mayonesa o quesos.

Respecto a las calorías, ahorra unas cuantas escogiendo sodas de dieta o agua, aderezos light para las ensaladas, edulcorantes artificiales y mostaza cuando necesites sazonar tu comida. Además, recuerda que si consumes comida rápida, deberás escoger alimentos más saludables el resto del día.

Para los fanáticos de la pizza:

• Trata de no comer más de 2 porciones.
• Escoge una pizza con masa delgada (crispy o crusty).
• Añade vegetales a la pizza.
• Evita los embutidos como jamón, pepperoni, carnes o tocino.
• No pidas doble porción de ingredientes, excepto de vegetales.

Si te gusta la comida china:

• Aléjate de las preparaciones fritas, como los tacos chinos y el won ton.
• Pide platos a base de vegetales al vapor y carne blanca.
• Comienza tu comida con un caldo de vegetales.
• Cambia el arroz frito por arroz blanco al vapor.

En los establecimientos de hamburguesas:

• Ordena hamburguesas a base de pollo o pescado asado.
• Evita el queso y la mayonesa, ya que estos ingredientes le añaden 100 calorías a tu comida.
• Evita las papas fritas; recuerda que sólo 10 unidades contienen 150 calorías.
• Si quieres pedir un menú completo, escoge uno infantil.
• Si es posible, cambia el pan blanco por integral.

Respecto a las ensaladas:

• Escoge ensaladas que lleven carne blanca, como pollo, jamón de pavo o pescado sin freír o empanizar.
• Aléjate de los aderezos cremosos y ordena los que son bajos en grasa y calorías.
• Evita añadirle queso, tocino o crotones a tu ensalada.

Como te habrás dado cuenta, sí es posible adaptar la comida rápida a un régimen de alimentación saludable. Siempre es importante recalcar que la comida más sana es la preparada en casa, ya que en su preparación se toman en cuenta las necesidades especiales y preferencias de cada individuo.