Sabiendo la importancia de una adecuada alimentación durante las primeras etapas de la vida, la OPS/OMS (Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud) publicó un documento titulado “Principios de orientación para la alimentación complementaria del niño amamantado”, en donde se resumen algunos puntos clave para asegurar una nutrición apropiada de los(as) bebés.
Entre los aspectos más importantes que resalta el documento, encontramos las siguientes recomendaciones:
Desde el nacimiento hasta los seis meses de edad:
- Ofrécele lactancia materna exclusiva(es decir, únicamente leche materna, sin ningún otro líquido o alimento) durante los primeros seis meses de vida. Las mujeres que tienen problemas para dar lactancia materna deben consultar con su médico de cabecera o con un(a) asesor(a) en lactancia.
A partir de los seis meses de edad:
- Al inicio, aliméntalo(a) directamente.
- Introduce un alimento a la vez (para asegurarte de que lo tolere bien) y continúa con la lactancia materna. La recomendación actual de la OMS es prolongar la lactancia materna hasta los dos años de edad.
- Presta atención a las señales de hambre y saciedad de tu bebé.
- No lo(la) fuerces a comer. Alimenta a tu bebé con paciencia y motívalo(a) a probar alimentos variados, con diferentes colores y texturas.
- Aumenta las cantidades de los alimentos poco a poco, según el hambre de tu bebé.
- Evita las distracciones durante las comidas. Enséñale a tu bebé a disfrutar cada tiempo de comida y a enfocarse en los alimentos. Habla con tu bebé y haz del momento de comer un tiempo de cariño y de compartir.
- A los seis meses de edad, empieza con alimentos en papillas y purés. Conforme el(la) bebé crezca, aumenta la consistencia de las comidas e introduce alimentos sólidos, que pueda tomar con sus manos y comer por sí solo(a). Conforme vaya adquiriendo más habilidades, ayúdalo(a) a que coma por sí solo(a), pero siempre asistiéndolo(a) durante los tiempos de comida.
- Evita los alimentos que puedan hacer que el(la) bebé se ahogue, en especial los esféricos, como las uvas, nueces o semillas. Si quieres darle alguno de estos alimentos, asegúrate de cortarlos en pedacitos muy pequeños o prepararlos en puré.
- Al año de edad, se espera que tu bebé ya pueda comer prácticamente los mismos alimentos que los otros miembros de la familia. Mientras más variada sea la alimentación en tu hogar, más seguro(a) podrás estar de que tu bebé está recibiendo todos los nutrientes que necesita. Procura siempre cortar los alimentos en tamaños apropiados para evitar que tu bebé se ahogue.
- Recuerda que los(as) bebés tienen un estómago más pequeño, por lo que si lo llenas de alimentos no nutritivos (como las golosinas altas en sal o en azúcar), es probable que deje de comer otros más ricos en nutrientes. Evita los jugos, las bebidas gaseosas y el café.
Finalmente, consulta con tu pediatra o nutricionista en caso de que tengas alguna pregunta específica sobre la alimentación de tu bebé o respecto a cómo introducir los alimentos. Un adecuado control del crecimiento de tu hijo(a) será la mejor pauta para saber si su alimentación está llenando todos sus requerimientos. Tu médico o nutricionista podrá enseñarte cómo hacerlo correctamente para llevar un buen monitoreo.
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Literatura revisada:
Organización Panamericana de la Salud / Organización Mundial de la Salud (2003). “Principios de orientación para la alimentación complementaria del niño amamantado”.Revisado en agosto, 2008 desde http://whqlibdoc.who.int/paho/2003/9275324603_spa.pdf
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