La luxación anterior de hombro mejor conocida por su nombre popular como “dislocación” se trata de una incongruencia articular entre la cabeza del húmero y una porción de la escápula que se llama glena, a esta articulación de hecho se le llama gleno-humeral.

Se trata de la articulación que sufre luxación  más frecuente en el cuerpo humano, la población que más frecuente se luxa esta articulación son los deportistas de contacto y los trabajadores que ocupan su cuerpo como principal herramienta.

El mecanismo de lesión usualmente es tras una caída hacia atrás con el hombro y el codo en extensión, como un resbalón, se apoya la muñeca y el mecanismo de fuerza resulta en una luxación anterior de hombro, a pesar de que no es la única zona a donde se puede luxar el hombro, la zona anterior es la más frecuente por no tener tanta protección o limitación como lo tiene en la parte superior y posterior.

¿Siempre debe tener el mismo tratamiento?

Varios autores han concluido que el tratamiento que se ofrece depende totalmente de quien lo sugiere, así los médicos traumatólogos sugieren con mayor frecuencia la cirugía como primer manejo, mientras que el manejo conservador (no quirúrgico) se ofrecen por médicos clínicos.

En la literatura se ha encontrado estudios que demuestran que el tratamiento quirúrgico beneficia a aquella población que por su ocupación tiene gran posibilidad de volver a tener una recidiva (otra luxación).

Especialmente hablando de deportistas se tiene que evaluar los beneficios vs tiempo de recuperación. Esto depende totalmente del momento en que el deportista sufre la lesión, si es lejano al día de competencia o al inicio del ciclo competitivo puede que se elija el método quirúrgico.

Así no se asegura de tener al deportista a punto para el día de la competición o para las zonas críticas del torneo, en su defecto si es cerca de un momento importante. Lo más seguro es que se opte por un manejo conservador en los deportistas, según cada caso.

¿Es importante tomar rehabilitación?

Independientemente del manejo seleccionado la rehabilitación es fundamental, ya que en cualquiera de los dos casos, la inmovilización es fundamental para la reparación de los tejidos dañados.

El objetivo posterior es varios días de inmovilización y posteriormente regresar la movilidad normal a las articulaciones: hombro codo e incluso muñeca, así como también recuperar de menos a más la fuerza, ya sea para realizar actividades cotidianas como para alcanzar nuevamente el nivel deportivo previo al accidente.

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