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La tendinitis es la inflamación de los tendones, las estructuras fibrosas que unen a los músculos con los huesos. Es una afección que padecen del 2 al 5% de la personas, y que representa el 50% de las lesiones en el mundo del deporte.

El 30% de las lesiones de los corredores de atletismo, el 14% de los jugadores de voleibol y el 12% de los basquetbolistas, son distintas formas de tendinitis. Es un tipo de afección que provoca molestias y dolor, y que puede impactar en los movimientos e interferir en la vida diaria.

La tendinitis puede ocurrir como resultado de una lesión, deportiva o no, o, por ejemplo, al cargar mucho peso. Pero se presenta también con la edad, cuando el tendón comienza a perder elasticidad. Los trabajadores que realizan tareas a repetición, las mujeres, o aquellos que tienen poca fortaleza muscular son más proclives a padecer tendinitis.

Las enfermedades llamadas sistémicas, como la artritis reumatoidea, el lupus o la diabetes, también pueden disparar esta afección.

La tendinitis puede ocurrir en cualquier tendón. Los sitios comúnmente afectados son:

• El codo
• El talón (tendinitis aquílea)
• La rodilla
• El hombro
• El pulgar
• La muñeca

Síntomas

Los síntomas de la tendinitis pueden variar según la actividad o la causa. Pueden incluir:

• Dolor y sensibilidad a lo largo de un tendón, generalmente cerca de una articulación
• Dolor en la noche
• Dolor que empeora con el movimiento o la actividad
• Rigidez en la mañana

Pruebas y exámenes

El doctor va a observar si la zona donde se siente el dolor está roja, el tendón puede estar inflamado y la piel que lo cubre se puede sentir caliente y enrojecida; y también si hay dolor al mover la articulación.

El médico también podría ordenar una prueba de imagen para confirmar el diagnóstico o evaluar su gravedad.

El objetivo del tratamiento es aliviar el dolor y reducir la inflamación.

Cómo mejorar la tendinitis

El proveedor de salud recomendará descansar el tendón afectado para ayudarlo a recuperarse. Esto se puede hacer empleando una férula o un dispositivo ortopédico removible. La aplicación de calor o frío en el área afectada puede ayudar. También:

• Los analgésicos de venta libre como los AINE, ácido acetilsalicílico (aspirina) o ibuprofeno, también pueden reducir tanto el dolor como la inflamación. 
• Las inyecciones de esteroides en la vaina del tendón pueden ayudar bastante a controlar el dolor.
• El proveedor también puede sugerir fisioterapia para estirar y fortalecer el músculo y el tendón. Y prevenir una lesión futura.
• En raras ocasiones, se necesita cirugía para retirar el tejido inflamado que se encuentra alrededor del tendón.

El concepto en inglés que se utiliza para mejorar la tendinitis es RICE: Rest, Ice, Compression, Elevation (descansar, hielo, compresión, elevación).

El pronóstico de la tendinitis es bueno, sin embargo si la causó una actividad en el trabajo o recreacional, como puede ser un deporte, hay que revisar o modificar estas actividades para prevenir nuevos episodios que pueden ser más dolorosos.

Lo que puede pasar si la tendinitis no se trata

Los episodios repetidos de tendinitis pueden provocar una acumulación de tejido cicatricial en el área afectada. Como este tejido no es tan flexible como los tendones sanos, el dolor y la inflamación pueden persistir. Y eso podría complicar tareas simples, como cepillarse el pelo, subir una escalera o escribir.

Los tendones rígidos pueden hacer poner más presión sobre la articulación, obligándola a trabajar más, lo que provoca aún más inflamación y dolor. 

Por eso, es muy importante consultar con el médico: abordar esta afección apenas comienza el dolor o se produjo la lesión puede ayudar a restaurar la función y la salud de los tendones.

Esta historia se produjo utilizando contenido de estudios o informes originales, y de otras investigaciones médicas y fuentes de salud, y salud pública, destacadas en enlaces relacionados a lo largo del artículo.