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Una empresa española ideó la Urna Bios, un producto que tal vez busque recrear el círculo de la vida” que mencionan en la película El rey león. Se trata de una urna biodegradable para “convertirse en un árbol después de morir”, según enuncian desde su sitio de Internet. Es fácil de usar, no tiene fecha de vencimiento y permite elegir en qué árbol nos queremos convertir cuando ya no estemos en este mundo, al menos en forma física. 

Contiene dos cápsulas, en la superior se colocan las semillas con material orgánico que favorece su germinación; en la otra se ubican las cenizas del ser querido. Antes de enterrar la urna se le debe agregar un poco de tierra de lugar; luego se la ubica a unos 5 centímetros de la superficie para que las semillas empiecen a germinar y expandan sus raíces. Cuando éstas sean lo suficientemente fuertes, romperán la urna biodegradable para que la nueva planta se integre al terreno. 

Sus creadores sostienen que con esta urna buscan que esa semilla crezca para poder recordar a un ser querido. Así convierten la muerte en una transformación y un retorno a la vida por medio de la naturaleza,y hasta proponen convertir los cementerios en bosques. 

La Urna Bios fue ideada por el diseñador Gerard Moliné; ganó varios premios y finalmente se ha convertido en un proyecto de puesta en marcha con sede en Barcelona. Ya fue adquirida por más de 15.000 personas de todo el mundo, tiene distribuidores en varios países y su costo es de $ 105 dólares más el envío.

Una vez en la tierra la urna necesita los mismos cuidados que un árbol normal: agua, la luz solar y una buena temperatura. Estos parámetros variarán según el tipo de árbol que se elija, que por el momento pueden ser de ciprés, haya, gingko, roble, arce, fresno o pino. De todos modos los responsables aconsejan consultar con un experto para elegir la semilla que más se adecue al terreno donde se va a colocar la urna.