En sus tierras de origen apodan al hongo reishi como "la seta de la esperanza" o "elixir de la inmortalidad". Los expertos lo describen como "leñosos", "duro" y con sabor amargo, del que se utiliza con fines medicinales tanto la parte que sobresale de la tierra como la que crece por debajo. Tradicionalmente se lo usaba para extender los años de vida y el bienestar general.

Actualmente, las opciones que las tiendas naturistas o portales de venta online pueden ofrecernos son variadas. El reishi se consigue en extracto, cápsulas, esporas (células que permiten la reproducción del hongo) o la seta en sí misma. Sin embargo, la variedad más común y estudiada es el polvo, que también permite incorporarlo fácilmente a las comidas y bebidas.

Las investigaciones sobre el hongo reishi aún se encuentran en el punto de partida, motivo por el cual los profesionales no se ponen de acuerdo respecto a que variedad es la más efectiva o cuál es la dosis necesaria para disfrutar de sus beneficios. Sin embargo, se encontraron algunas propiedades a partir de realizar estudios in vitro, en animales o humanos:

Fortalece las defensas

Tal vez el aspecto más estudiados del reishi sea su efecto sobre los glóbulos blancos, "soldados" de los que dispone el cuerpo para hacer frente a todo tipo de amenazas. Si bien la evidencia señala que favorece la producción y funcionamiento de estas células, aún se desconoce como esto se diferencia en personas sanas y enfermas.

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Protege salud mental

El hongo reishi también resulta de gran ayuda para la salud cerebral. Un estudio en humanos encontró que tomarlo durante dos meses alivió a los pacientes de malestares como dolor de cabeza, mareo, irritabilidad y fatiga. En otro ensayo, los investigadores encontraron que también es capaz de reducir los niveles de ansiedad y depresión.

¿Es anticancerígeno?

Hay una diversa cantidad de estudios que asocian al hongo reishi con propiedades anticancerígenas. Por ejemplo, un estudio encontró que más de 4.000 sobrevivientes de cáncer de mama consumían reishi, otro, que es capaz de reducir el tamaño y cantidad de tumores en el intestino grueso. También se registró que puede aumentar la actividad de los glóbulos blancos en personas con cáncer.

Desintoxicante

El hígado es el encargado de filtrar o eliminar de la sangre toxinas y otras sustancias nocivas, como el alcohol. El ácido ganodérico, presente en el polvo de reishi, puede ser de ayuda en esta función, ya que estimula la producción de células hepáticas. Este beneficio también se asoció a la actividad de los riñones, pero aún son necesarias más investigaciones que lo corroboren.

¿Combate el colesterol?

Algunos estudios señalan que ciertas moléculas del reishi ayudan a controlar los niveles de presión arterial y azúcar en sangre, además de reducir el colesterol "malo" y aumentar el "bueno". Otros ensayos, en cambio, indican que sus efectos no superan a los de un placebo, por lo que se necesitan estudios más amplios que respalden estos beneficios.

Antienvejecimiento

El hongo reishi posee una importante cantidad de polisacáridos y sustancias antioxidantes. Esta composición permite un mejor funcionamiento del sistema inmunitario, previene la formación de vasos sanguíneos anormales y combate el accionar de los radicales libres. Gracias a esta combinación de propiedades, suele formar parte de tratamientos contra el envejecimiento.

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Uso con medicamentos

Los especialistas no recomiendan consumir polvo de hongo reishi a diario ya que puede causar molestias estomacales, sequedad de boca y garganta, mareos o sarpullidos. Tampoco se recomienda consumirlo si se toman medicamentos para la diabetes, como Amaryl o Glynase, para controlar la presión sanguínea, como Capoten, Vasotec o Diovan, o anticoagulantes, como Plavix, Advil o Anaprox.

¿Influye sobre otras hierbas?

Si buscas combatir los altos niveles de azúcar en sangre, de presión arterial o de coagulación sanguínea mediante hierbas o suplementos, también debes tomar ciertas precauciones. Los profesionales recomiendan no mezclar el reishi con productos usados para estas afecciones, como ginkgo biloba, ginseng, cúrcuma, árnica, anís, bayas de goji o jengibre.

Recuerda

Hasta contar con evidencia científica significativa proveniente de ensayos en humanos, las personas interesadas en utilizar terapias a base de hierbas y suplementos deben tener mucho cuidado. No abandones ni modifiques tus medicamentos o tratamientos, antes habla con el doctor sobre los potenciales efectos de las terapias alternativas o complementarias.

Fuentes consultadas:

American Botanical Council, Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Departamento de Agricultura de EE. UU., Instituto Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa.