Anís estrellado: cómo y para qué consumirlo
Mucho más que un digestivo
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El anís estrellado suele formar parte de los botiquines caseros y es un gran aliado a la hora de aliviar nuestro estómago, especialmente después de comidas abundantes y pesadas. Sin embargo, sus beneficios para la salud van más allá que prevenir indigestiones.
Para comenza, debemos dejar algo en claro: el anís estrellado (Illicium verum) no debe confundirse con el anís (Pimpinella anisum). Del primero se utilizan el fruto y las semillas en infusiones para estimular, por ejemplo, la digestión, reducir flatulencias o como diurético. En cambio, las semillas del segundo se caracterizan por ser usadas para la repostería, panadería y licorería.
La mejor manera de obtener las propiedades del anís estrellado es a través de sus infusiones. Para ello, debes agregar una estrella en una taza con agua hirviendo, taparla y dejarla reposar entre cinco y diez minutos. También se puede recurrir a sus aceites esenciales y productos cosméticos, como crema y jabones. Consumiéndolo regularmente se pueden obtener muchos beneficios:
Digestivo
Tal vez se trate de su uso más antiguo. El té de anís estrellado se recomienda para aliviar los gases, calambres abdominales, indigestión, hinchazón, estreñimiento, cólicos, e incluso existe evidencia que señala que mascar sus hojas ayuda a controlar el hipo.
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Contra hongos y bacterias
Varias investigaciones le atribuyen cualidades antibacterianas y antifúngicas al anís estrellado, especialmente contra Candida albicans, hongo responsable de la mayoría de los casos de pie de atleta. Los expertos señalan que beber regularmente sus infusiones será suficiente para darle una mano al sistema inmunitario contra estos patógenos.
Antigripal
El anís estrellado contiene en sus vainas ácido shikímico, componente que se usa para elaborar el Tamiflu, fármaco que sirve para tratar la gripe aviar (H5N1). Distintas investigaciones encontraron que este ácido, junto con un antioxidante llamado quercetina, es capaz de mejorar la función del sistema inmunitario y ayuda a proteger el cuerpo contra virus, como los gripales.
Para las hormonas
Los beneficios del anís estrellado alcanzan el funcionamiento hormonal, tanto en hombres como mujeres. En los primero, diferentes estudios vincularon su consumo con mayores niveles de energía y deseo sexual. En las mujeres, se vinculó con la regulación de los ciclos menstruales, control en los cambios de humor producidos por la menstruación, y mayor secreción de leche en períodos de lactancia.Antioxidante
El anís estrellado es rico en antioxidantes, como timol, ácido cumarico, quercetina o kaempferol. Estos cumplen un rol clave en retardar el deterioro celular y el envejecimiento, debido a que combaten a los principales responsables de estos males: los radicales libres. Estas son moléculas inestables que afectan las estructuras de las células y promueven la aparición de diferentes enfermedades.
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¿Protege contra el cáncer?
La amplia variedad de antioxidantes que se encuentran en el anís estrellado, lo vuelven una gran opción para prevenir el estrés oxidativo en todo el cuerpo. Estos efectos también se asociaron con una mayor actividad antitumoral y una disminución en el riesgo de ciertos tipos de cáncer, como el de mama o colon.
Mejor sueño
Junto a ru rico contenido de antioxidantes, el anís estrellado posee magnesio, que en conjunto, ofrecen efectos sedantes. Distintos estudios encontraron que consumir sus infusiones por la noche, favorece la relajación y un mejor sueño, condiciones ideales para las personas que sufren de insomnio.
¡Mucho cuidado!
Aunque el anís estrellado es reconocido generalmente como seguro en la lista GRAS de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), debes tener cuidado cuando lo uses. Los expertos informan que suele ser seguro cuando lo consumes en cantidades que se encuentran comúnmente en los alimentos y no abusas de sus infusiones.En 2003 la FDA emitió una advertencia sobre el consumo de infusiones que contienen anís estrellado, debido a reportes de contaminación con anís japonés (Illicium anisatum), con el que se lo suele confundir. El problema es que este último es tóxico y puede causar reacciones neurológicas adversas, comok irritabilidad, vómitos y convulsiones, especialmente en bebés.
