Más allá de ser la materia prima del vino, las uvas tendrían el potencial terapéutico para combatir ciertas anormalidades metabólicas que complican lograr un embarazo a las mujeres con sobrepeso y obesidad, así se desprende de un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Oviedo, en España.
La investigación publicada en la revista Fertility and Sterility, probó las propiedades del resveratrol, una sustancia química de origen vegetal que se encuentra en la superficie de la piel de las uvas, como tratamiento contra la infertilidad asociada a la obesidad.
Los resultados de los experimentos realizados en un modelo animal difundidos por la institución académica, mostraron el potencial de la sustancia para combatir ciertas anormalidades metabólicas que suelen ir asociadas a la obesidad y obstaculizan la concepción como son la resistencia a la acción de la insulina, el hiperandrogenismo o un estado proinflamatorio. Además, dosis bajas de resveratrol ayudarían a mantener la reserva ovárica, evitando la pérdida temprana de folículos ováricos.
Las pruebas realizadas en el laboratorio distinguieron por un lado a ratones infértiles y obesos y, por otro, a ratones con un peso normal y sin problemas reproductivos. En el caso de los segundos las dosis bajas de resveratrol sirvieron para potenciar la respuesta ovárica, lo que supondría una tasa más alta de éxito en las terapias de reproducción asistida.
Según los responsables de la investigación, es común que las mujeres con sobrepeso u obesidad presenten distintas alteraciones metabólicas, tales como diabetes tipo II, hiperandrogenismo o un estado inflamatorio crónico. Dichas patologías tienen un impacto negativo sobre la fertilidad y conllevan en muchos casos a una baja respuesta a la estimulación ovárica lo que hace que obtengan peores resultados en los tratamientos de reproducción asistida.
Los experimentos desarrollados con ratones de laboratorio obesos e infértiles demostraron que el tratamiento con resveratrol tiene efectos antidiabéticos y antiinflamatorios, disminuyendo los niveles sanguíneos de insulina y distintas citoquinas pro-inflamatorias en el tejido adiposo. Asimismo, reduce el exceso de andrógenos libres en sangre, responsables en gran parte del fallo ovárico, y de los problemas reproductivos asociados al sobrepeso.
El grupo de control utilizado en el laboratorio estaba formado por ratones no obesos y sin problemas reproductivos en los que se observó que el tratamiento aumento significativamente la respuesta ovárica al recolectarse más ovocitos, por lo que el resveratrol potenciaría el efecto de las gonadotropinas utilizadas en el protocolo de estimulación ovárica. Esta combinación podría mejorar sustancialmente el resultado del tratamiento de estimulación al obtener mayor número de embriones a partir de la fecundación in vitro de los ovocitos.
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Las conclusiones del estudio también recogen las propiedades de resveratrol a la hora de minimizar los riesgos que conlleva la administración de altas dosis de hormonas empleadas en la inducción de la superovulación.
Infertilidad, según la Oficina para la Salud de la Mujer en el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EE.UU., significa no poder lograr un embarazo después de haberlo intentado durante un año. Una mujer que sufre abortos espontáneos continuamente también tiene infertilidad.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) la infertilidad tiene una incidencia cercana al 10% de las parejas en edad reproductiva. Esta cifra equivale a 80 millones y aproximadamente en un tercio de los casos, la infertilidad proviene de la mujer. En otro tercio, es ocasionada por el hombre. El resto de los casos es por ambos integrantes de la pareja o no se encuentra una causa específica.
En los Estados Unidos, aproximadamente el 10% de las mujeres (6.1 millones) de entre 15 y 44 años de edad tienen dificultades para quedar embarazadas o para mantener el embarazo, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
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