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La japonesa Mieko Nagaoka logró una hazaña inédita para alguien de su edad: tiene 100 años y completó la carrera de 1.500 metros libres en piscina corta. La nadadora compitió en la ciudad de Matsuyama el pasado 4 de abril, y fue la única participante de su categoría de 100 a 104 años. Completó la distancia en 1 hora, 15 minutos y 54 segundos en estilo espalda.

Durante toda la carrera la japonesa recibió el apoyo del público, y ya está esperando que su logro sea homologado para figurar entre los récords Guinness. Mientras tanto afirmó que va por más, ya que quiere nadar hasta los 105 años “si consigo vivir hasta entonces”, aclaró a la agencia Kyodo.

Lo increíble de esta historia es que Nagaoka empezó a nadar recién a los 82 años, a raíz de un problema en una rodilla. La mujer hizo un programa de rehabilitación en el agua y desde entonces se volvió fanática y no paró de competir y establecer marcas. Participó en carreras en otras partes del mundo junto con su familia, que también es de nadadores.

A los 99 años obtuvo el galardón por nadar 1.500 metros en piscina olímpica y en 2014 publicó el libro “Tengo 100 años y soy la mejor nadadora activa” en el cual narra sus proezas deportivas. Obtuvo más de 24 títulos en corta y larga distancia que le valieron el reconocimiento de la Federación Internacional de Natación.

Aunque en el mundo occidental este caso puede ser considerado insólito, en la cultura japonesa es habitual que la gente de edad avanzada desarrolle actividades deportivas. Según estadísticas oficiales del Ministerio de Sanidad, en septiembre de 2014 se contabilizaron cerca de 59.000 japoneses centenarios, y el 87% de ellos son mujeres.

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Entre los hombres, Hidekichi Miyazaki, de 104 años, ostenta el récord mundial de los 100 metros en la categoría de mayores de 100 años, con una marca de 29,83 segundos. Su destreza le valió el apodo de "Golden Bolt", en referencia a la estrella del atletismo Usain Bolt.

Tal como lo demuestran estos japoneses deportistas de edad avanzada, el entrenamiento no tiene fecha de vencimiento. Otros fieles representantes y grandes ejemplos son el danés Sven Steensgaard, un levantador de pesas de 92 años, Olga Kotelko, la atleta canadiense fallecida en 2014 que corrió hasta los 95 años y Ray Clack, el gimnasta de Maryland que levantó pesas hasta poco antes de su muerte en 2014, cuando tenía 103 años.