Ptialografía; Sialografía

La prueba se realiza en una sala de radiología del hospital o en un centro de radiología. La realiza un técnico de rayos x. Un radiólogo interpreta los resultados. Se le puede dar un medicamento para hacer que se relaje antes del procedimiento.

Se le pedirá que se acueste boca arriba en la mesa de rayos x. Se toma una radiografía antes de inyectar el material de contraste para comprobar si hay obstrucciones que puedan impedir que el material de contraste entre en los conductos.

Un catéter (un tubo pequeño y flexible) se inserta a través de la boca y en el conducto de la glándula salival. Un tinte especial (medio de contraste) se inyecta entonces en el conducto. Esto permite que el conducto se vea en la radiografía. Los rayos X se tomarán desde de varias posiciones. El sialograma puede llevarse a cabo junto con una tomografía computarizada.

Se le puede dar jugo de limón para ayudar a producir saliva. Los rayos X se repiten entonces para examinar el drenaje de la saliva en la boca.

Coméntele al proveedor de atención médica si:

• Está embarazada
• Tiene alergia al material de contraste para rayos X o a cualquier sustancia con yodo
• Tiene Alergia a algunos medicamentos

Usted tiene que firmar una autorización. Es necesario que se enjuague la boca con una solución desinfectante (antiséptica) antes del procedimiento.

Usted puede sentir algo de molestia o presión cuando se inyecta el medio de contraste en los conductos. Éste puede tener un sabor desagradable.

Un sialograma se puede realizar cuando su proveedor cree que usted podría tener un trastorno de las glándulas o conductos salivales.

Los resultados anormales pueden sugerir:

• Estrechamiento de los conductos salivales
• Inflamación o infección de las glándulas salivales
• Cálculos o sialolitos en los conductos salivales
• Tumor de los conductos salivales

Hay una exposición baja a la radiación. Los rayos X se controlan y se regulan para generar la mínima cantidad de exposición a la radiación necesaria para producir la imagen. La mayoría de los expertos consideran que el riesgo es mínimo comparado con los beneficios potenciales. Las mujeres embarazadas no deben someterse a esta prueba. Las alternativas incluyen pruebas como una resonancia magnética que no involucran rayos x.

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