Su atuendo la hacer lucir como alguien que se dedica a la apicultura, sin embargo, la forma en la que viste nada tiene que ver con las abejas, Jackie Lindsey de 50 años de edad, necesita usar un traje tejido en tela de plata, para reflejar los campos magnéticos a su alrededor ya que sufre una curiosa alergia.
Si bien, la afección que sufre no es todavía una enfermedad con carácter oficial reconocida por la Organización Mundial de Salud (OMS), los expertos la llaman hipersensibilidad electromagnética o alergia al Wi-Fi. Los afectados por dicho trastorno experimentan ciertos síntomas al estar expuestos a ondas electromagnéticas, como por ejemplo las emitidas por los teléfonos móviles.
Quienes son sensibles a los campos electromagnéticos afirman tener dolores de cabeza, mareos y sensaciones de ardor u hormigueo en la piel, erupciones cutáneas, dolor muscular y otros tipos de problemas de salud. Algunas personas se distancian de su entorno social y en casos extremos pueden irse a vivir a regiones remotas para alejarse de todo aparato eléctrico, como en el caso de esta mujer inglesa que ahora vive en una zona rural en Wimborne, Dorset, después de que vendió su antigua casa.
De acuerdo con el diario británico Daily Mail, en su casa, utiliza velas para la luz y el gas para la calefacción y la cocina. El traje tejido en tela de plata lo lleva siempre que sale de su casa y también utiliza un dispositivo de prueba de campo electromagnético para medir la corriente magnética en el aire, cuando está en lugares públicos.
La señora Lindsey llevaba una vida normal hasta hace ocho años, cuando comenzó a sufrir mareos, dolores punzantes en los ojos y entumecimiento en sus manos, sin embargo, ningún médico podía encontrar alguna explicación médica para sus síntomas. Ella hizo su propia investigación y luego de tres años de no saber lo que estaba mal descubrió la existencia de la hipersensibilidad electromagnética.
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De acuerdo con los estudios que existen los focos más recurrentes de hipersensibilidad electromagnética son las antenas de telefonía móvil, a la par que los teléfonos inalámbricos y los routers WI-FI instalados en el interior de las viviendas. Todos ellos emiten microondas de manera permanente (24 horas al día y 7 días/semana) en los lugares donde se instalan.
Cabe destacar que en una investigación realizada en el 2005, la OMS refiere que: "La hipersensibilidad electromagnética se caracteriza por una variedad de síntomas no específicos que difieren de un individuo a otro. Los síntomas son ciertamente reales y pueden variar ampliamente en su gravedad. Sea cual sea la causa, la hipersensibilidad electromagnética puede ser un problema incapacitante para la persona afectada. La hipersensibilidad electromagnética no tiene un criterio de diagnóstico claro y no hay base científica para relacionar los síntomas de la hipersensibilidad electromagnética a la exposición a campos electromagnéticos. Por otra parte, la hipersensibilidad electromagnética no es un diagnóstico médico, ni tampoco está claro que represente un problema médico individual”.
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