Actualmente existen diferentes técnicas quirúrgicas para bajar de peso, sin embargo no todas las personas con problemas de obesidad o sobrepeso son candidatas al procedimiento y sólo son efectivas si se acompañan de un cambio de actitud y estilo de vida.
Puntos Clave
La cirugía es un método reservado y recomendado para aquellos pacientes con un índice de masa corporal (IMC) mayor a 35kg/m2 y que no han obtenido resultados con tratamiento clínico nutricional, farmacológico o un régimen de ejercicio y que además presentan enfermedades crónicas asociadas como hipertensión arterial, diabetes, problemas respiratorios o apnea del sueño, entre otras, puntualizó Rafael Álvarez Cordero, titular del Programa de Prevención de la Obesidad de la Secretaría de Salud del Distrito Federal (México).
En entrevista con Hola Doctor, el cirujano indició que al momento de decidir si la cirugía contra la obesidad es una buena opción, el paciente necesita tener pleno conocimiento de los compromisos que tendrán que acompañar a la disminución de peso.
“La mayoría de las personas con obesidad lo que necesitan es aprender a comer y hacer ejercicio para bajar los kilos (libras) que le sobran, sin necesidad de cirugía”, destacó el especialista, autor del libro Cirugía de la Obesidad.
Álvarez Cordero comentó que existen diferentes tipos de cirugía, la elección depende del perfil de cada persona, las libras de más que necesita perder y fundamentalmente del compromiso del paciente por cambiar su actitud y estilo de vida, toda vez que la intervención quirúrgica tiene como objetivo fundamental que los pacientes obesos pierdan peso y no vuelvan a recuperarlo.
“Por lo anterior, dentro de las evaluaciones psicológicas es necesario valorar los hábitos alimenticios y la posible existencia de trastornos de la conducta alimentaria y sobre todo, la capacidad del paciente para entender en qué consiste la cirugía, los riesgos de ésta y los cuidados que de por vida requerirá”, puntualizó.
Tipos de cirugía
El bypass gástrico: Se disminuye la cantidad de alimentos a ingerir al reducir la parte superior del estómago engrapándolo y generar rápidamente una sensación de saciedad, con ello también se aminora la capacidad de absorción de alimentos, al reconectar el intestino en una posición más abajo.
Banda gástrica ajustable: Se coloca una banda inflable alrededor de la porción superior del estómago por cirugía laparoscópica, destinado a desacelerar la digestión y estimular la saciedad.
Manga gástrica: Se secciona de manera logitudinal el estómago lo que le da un aspecto de "tubo" y permite apresurar la sensación de saciedad.
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Duodenal switch o derivación biliopancreática con cruce duodenal: Es un procedimiento basado en la alteración del tracto gastrointestinal con dos objetivos: reducir el tamaño del estómago y limitar la absorción de nutrientes en el intestino delgado.
Obesidad en cifras
De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el sobrepeso y la obesidad son el quinto factor de riesgo de defunción en el mundo. Cada año fallecen por lo menos 2.8 millones de personas adultas como consecuencia del sobrepeso o la obesidad. Además, el 44% de la carga de diabetes, el 23% de la carga de cardiopatías isquémicas y entre el 7% y el 41% de la carga de algunos cánceres son atribuibles al sobrepeso y la obesidad.
El informe indica que en tres décadas -entre 1980 y 2008- la prevalencia de la obesidad se ha duplicado en el mundo y, en la actualidad, una de cada 10 personas la padece. En total, 502 millones de ciudadanos en el planeta (205 millones de hombres y 297 millones de mujeres) son obesos y estima que, si no se actúa seriamente, la cifra superará los 1.500 millones en 2015.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU., más de un tercio de los adultos en Estados Unidos son obesos, y la obesidad contribuye a que se contraigan enfermedades crónicas graves, a que los costos médicos sean elevados y a una muerte prematura.
En México, de acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012 (ENSANUT 2012), la prevalencia de sobrepeso y obesidad en mujeres adolescentes aumentó de 33.4 a 35.8%. Y en el caso de mujeres de más de 20 años este porcentaje pasó de 71.9 en 2006 a 73% en 2012. Para ambos grupos de edad, la proporción de mujeres con peso inadecuado fue mayor que la de los hombres. En el caso de los hombres adolescentes el aumento fue menor. La prevalencia creció un punto en los últimos seis años, pasando de 33 a 34.1% y en los adultos el aumento fue de 2.7%, actualmente 69.4% de los hombres tiene sobrepeso u obesidad.
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