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La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) aprobó Ixchiq, la primera vacuna contra la infección por chikungunya, para personas de 18 años en adelante que viven en zonas en donde hay alto riesgo de exposición al virus.

Este virus, que transmite el mosquito Aedes aegypti y Aedes albopictus, es endémico en regiones de África y Asia, y desde 2013 en áreas de Sudamérica. En 2023, Argentina y Paraguay reportaron brotes de chikungunya que sumaron más de 300.000 infecciones.

El chikungunya es una amenaza emergente para la salud mundial, con al menos 5 millones de casos reportados durante los últimos 15 años. El virus se ha estado propagando a nuevas áreas geográficas provocando un aumento en la prevalencia global de la enfermedad. 

Aunque solo se transmite a través de la picadura del mosquito, el virus se puede pasar de madre al feto, si la embarazada tiene viremia (presencia del virus en sangre) y desarrolla fiebre pocos días antes del parto.

Los síntomas más comunes del chikungunya incluyen fiebre y dolor en las articulaciones. Otros síntomas son: sarpullido, dolor de cabeza y dolor muscular. Algunas personas pueden experimentar un dolor articular debilitante que persiste durante meses o incluso años. El tratamiento incluye reposo, líquidos y medicamentos de venta libre para el dolor y la fiebre. Aunque raramente es letal, puede dejar secuelas de largo plazo.

“La infección por el virus del chikungunya puede provocar enfermedades graves y problemas de salud prolongados, especialmente en las personas mayores y en las que tienen afecciones médicas subyacentes”, explicó el doctor Peter Marks, director del Centro de Evaluación e Investigación de Productos Biológicos de la FDA. “La aprobación de esta vacuna satisface una necesidad médica no atendida y es un avance importante en la prevención de una enfermedad potencialmente debilitante con opciones de tratamiento limitadas”, agregó.

Ixchiq se administra como dosis única mediante una inyección intramuscular. Contiene una versión viva y debilitada del virus del chikungunya y puede causar síntomas en el receptor de la vacuna similares a los que experimentan las personas que padecen la enfermedad de chikungunya.

Los efectos secundarios notificados con mayor frecuencia fueron dolor de cabeza, fatiga, dolor muscular, dolor en las articulaciones, fiebre, náuseas y sensibilidad en el lugar de la inyección.

La vacuna tuvo una aprobación acelerada, lo que significa que funcionó muy bien durante los ensayos clínicos. La aprobación acelerada permite a la FDA aprobar ciertos productos para afecciones graves o potencialmente mortales basándose en pruebas de la eficacia que demostró y la probabilidad razonable de predecir un beneficio clínico.

La FDA dice que, al considerar la administración de la vacuna a las mujeres embarazadas, los proveedores de atención médica deben tener en cuenta el riesgo por la exposición al virus del chikungunya, la edad gestacional y los riesgos para el feto o el recién nacido debido a la enfermedad causada por el virus del chikungunya en la mujer embarazada.

Algunos datos sobre el virus de chikungunya de la Organización Panamericana de la Salud (OPS):

• Solo se puede tener chikungunya una vez, luego se desarrollan los anticuerpos que se encargaran de proteger a las personas. De acuerdo con la evidencia disponible hasta el momento, habría inmunidad de por vida.  
• Existen casos autóctonos y casos importados de chikungunya.
• El tratamiento es sintomático y en el 98% de los casos ambulatorio. Se debe guardar reposo en cama, de preferencia usando mosquitero. 
• Para el dolor y la fiebre se recomienda tomar acetaminofén cada 6 horas, es preciso controlar la fiebre. 
• Los adultos enfermos necesitan beber entre 2 y 3 litros de a líquidos por día (agua, agua de coco, sopas, jugos de frutas, suero de rehidratación oral), los niños deben hacerlo continuamente. 
• Los casos de muerte por chikungunya son muy raros y casi siempre están relacionados con otros problemas de salud existentes.

La vacunación es la herramienta de salud pública masiva y económica que se necesita para lograr una inmunidad colectiva que, eventualmente, elimine al virus por completo o lo vuelva menos nocivo.

Esta historia se produjo utilizando contenido de estudios o informes originales, y de otras investigaciones médicas y fuentes de salud, y salud pública, destacadas en enlaces relacionados a lo largo del artículo.