Desde mediados del 1800, el gas de la risa se ha usado para aliviar el dolor, pero usualmente asociado al dentista. Las mujeres lo usaban para superar los dolores del parto, a comienzos del siglo XX. Pero su uso disminuyó en favor de los potentes analgésicos.
Ahora, un pequeño grupo de parteras está trabajando para reflotar el uso del óxido nitroso, conocido como el gas de la risa, en los Estados Unidos. Un hospital en Rhode Island, el South County Hospital en North Kingstown, acaba de agregar óxido nitroso a su menú de opciones para aliviar el dolor durante el parto.
Hasta el 2011, sólo un par de hospitales en los Estados Unidos ofrecían óxido nitroso a las mujeres en trabajo de parto. Hoy en día, son cientos, según los dos principales fabricantes de sistemas de óxido nitroso. Uno de esos fabricantes, Porter Instrument, fabricante de Nitronox, dice que casi 300 hospitales y clínicas de partos usan esta opción para el manejo del dolor.
El óxido nitroso se ha continuado usando regularmente en Europa, por lo que hay información que muestra que es seguro, especialmente en dosis pequeñas. No reduce el dolor como una epidural. Más bien produce una sensación de euforia o relajación.
¿Es una opción viable?
El óxido nitroso o gas de la risa se usaba comúnmente en el parto, explicó la Dra. Michelle Collins, profesora y directora de enfermería de parto en la Vanderbilt University School of Nursing.
Pero en los años 50 y 60, los doctores comenzaron a usar las drogas que hacían que las mujeres estuvieran somnolientas y dopadas. La epidural, que entró en escena en los 70, dio a las mujeres la posibilidad de un trabajo de parto sin dolor mientras estaban despiertas. Pero con consecuencias: las epidurales pueden dificultar el movimiento y prolongar la segunda etapa del parto.
La doctora Collins, quien trabaja para que el óxido nitroso vuelva a ser una de las opciones que se ofrece a las mujeres durante el parto, considera que el esfuerzo es acorde con lo que las parteras siempre han hecho: abogar para que las mujeres tengan más control sobre la experiencia de dar a luz.
“Para algunas mujeres, la epidural es opción número uno. Otras quieren permanecer sin medicación y no recibir nada, y ése es su derecho. Para otras, el óxido nitroso es una opción viable”, dijo.
Collins asegura que las mujeres quieren más opciones para estar más involucradas en el nacimiento de sus bebés.
La experiencia de una mamá
Amy Marks se alegró ante la oportunidad de usar el "gas de la risa" porque quería evitar una epidural — una inyección en el líquido alrededor de la médula espinal que bloquea la sensación por debajo de la cintura.
¿Es realmente suficiente alivio para el dolor de parto? Lo fue para Amy Marks, una vez que consiguió respirar el gas a través de una máscara puesta en la cara, a tiempo para anticipar el pico de dolor de una contracción por 15 a 30 segundos.
“Cuando estás pasando por la contracción, estás respirando dentro y fuera, tal vez respirando cinco, seis veces, llegas al pico de la contracción, y realmente no necesitaba más. Podía soportar el resto de la contracción. Me reía. Pero sólo por 15 a 30 segundos”, dijo.
Su partera, Cynthia Voytas, explicó que Amy respiró una mezcla de 50 por ciento de óxido nitroso y 50 por ciento de oxígeno.
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El gas de la risa se instala en dos pequeños tanques que se colocan sobre un carro. Es móvil, por lo que las enfermeras pueden trasladarlo hasta la cabecera de la cama de la mujer. Hay una manguera con una máscara para respirar. Cuando quiere un poco de gas, una mujer puede simplemente recoger la máscara y respirar. Voytas dijo que le da a una mamá más control sobre su alivio del dolor.
¿Hay riesgos y efectos secundarios?
Judith Rooks, enfermera partera jubilada y epidemióloga, dijo que el gas deja el cuerpo en cuestión de segundos.
“Pasa a la placenta y entra en la circulación fetal, pero tan pronto como el bebé respira una o dos veces, ya se ha ido”, dijo Rooks.
El American College of Nurse-Midwives declaró en un documento que es importante que las parteras sepan que el óxido nitroso es una buena opción para las mujeres en el trabajo de parto y que reciban entrenamiento sobre cómo administrarlo.
La Dra. Laura Goetzl, profesora de obstetricia y ginecología en la Temple University School of Medicine, investiga el alivio del dolor en el parto. Ella considera al óxido nitroso una opción “segura y razonable” y está animando a Temple a ofrecerlo en su hospital.
La American Society of Anesthesiologists revisó investigaciones y, en mayo del 2011, dijo en un artículo científico que querría ver más estudios rigurosos sobre su seguridad y efectividad, porque una gran parte de la investigación tiene décadas de antigüedad.
También advirtieron que las instalaciones deben tener un buen sistema para capturar cualquier gas que se escapa en el aire, para que las personas que están cerca no lo respiren. Sin embargo, la Asociación admitió que su uso en Europa mostró “buenos resultados de seguridad para la madre y el niño”.
¿Cuanto cuesta?
El óxido nitroso es menos costoso que una epidural por cientos de dólares, a veces miles. La doctora Collins dijo que el aparato desechable para respirar puede costar unos 25 dólares y el costo del gas solo unos 50 centavos la hora. No se necesita un anestesiólogo para administrarlo. Puede hacerlo una enfermera partera u otro personal médico capacitado.
Sin embargo, los hospitales están teniendo dificultades para calcular la facturación porque es algo tan nuevo, dijo Collins, porque no hay un código para facturar por el uso del óxido nitroso en el parto.
Una aseguradora en Rhode Island lo cubre como si fuera otro analgésico. Algunos hospitales, dice Collins, simplemente pasan la tarjeta de crédito de un paciente, o no cobran en absoluto.
Esta historia es parte de una alianza periodística con NPR, estaciones miembro locales y Kaiser Health News.
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