Se trata de café frío combinado con nitrógeno, que le confiere una consistencia cremosa y suave. El resultado es tan irresistible que no hace falta agregarle azúcar o leche. Y no es mala idea tomarlo en un bar en reemplazo de una cerveza negra. ¡Hasta permite ahorrar calorías!
Desde hace unos años, con la aparición de la cocina molecular, se empezó a utilizar el nitrógeno líquido para cocinar alimentos con frío y darles una nueva textura. Ferrán Adriá fue uno de los primeros en utilizarlo, para obtener curiosidades como una caipiriña en forma de una espuma helada, o un una crema de fresas, sólida por fuera y aterciopelada por dentro.
Esta propiedad del nitrógeno fue descubierta y puesta en uso por el investigador francés Hervé This. No es peligroso para la salud, y actúa cocinando los alimentos, pero en lugar de hacerlo con calor, lo hace con frío, ya que su punto de ebullición ocurre a los 385ºF (196ºC).
Esta vez el nitrógeno líquido se combina con café para crear el “café nitro” que luce mucho más tentador si se lo sirve en un vaso de cerveza. Por muchas menos calorías que una clásica Guinness – que tiene 210 calorías por pinta o 20 oz liquidas contra apenas 2 del café - se puede tener una bebida espumosa, oscura, de sabor y textura inigualables.
El nitrógeno lo vuelve aterciopelado y con un sabor más suave que el del tradicional café helado. Muchos hasta le encuentran un ligero sabor a chocolate con leche, y la espuma que se forma en la parte superior le agrega un plus ya que “corta” el sabor amargo del café.
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El café nitro es una tendencia que crece en los bares de moda del verano, y hasta se puede complementar con jarabe de vainilla y una pizca de canela. Su preparación es bastante simple: con una válvula presurizada se libera nitrógeno líquido en café frío. Esto enfría más la bebida y crea una espuma en forma instantánea, pero su precio es superior al del café común.
La creación, sin embargo, hay que pagarla. Una lata de 11 onzas (325 ml) de café nitro marca Stumtown cuesta $4,50 dólares, ¡un dólar más que la misma medida de un café frío normal!
Los fanáticos lo toman directamente desde la lata, pero si tienen paciencia, lo vierten en un vaso para disfrutar de su dulce espuma. Hay quien asegura que con el nitrógeno, el café se vuelve bastante más intenso, por eso solo medio vaso te hace sentir como si hubieras tomado dos tazas de espresso. Habrá que probar…
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