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Una pizza de mozzarella podría ser peligrosa, pero no por su grasa y sus calorías sino por el envase donde llega. El peligro está en la caja de cartón, al que se le hace un tratamiento para repeler la grasitud y evitar que aparezcan esas desagradables aureolas en su superficie. Pero este resultado estético no es inocuo, ya que se logra mediante el uso de químicos que podrían ser perjudiciales para la salud. 

Además de las cajas de pizza, también serían un factor de peligro las bolsas para preparar palomitas de maíz en el microondas, las alfombras con productos anti manchas, algunos cosméticos, las carpas para camping, la indumentaria que repele el agua y las sartenes y asaderas antiadherentes. Todos ellos contienen químicos conocidos como PFAS y PTFE (o Teflón) que ayudan a prolongar la vida útil de los productos. Esta ventaja, sin embargo, vendría acompañada de riesgos para la salud, entre ellos distintos tipos de cáncer. 

En el artículo “Alternativas de los PFASs: Perspectivas de la Ciencia”, publicado en el journal "Perspectivas de Salud Ambiental", se explica que en la actualidad, el uso de ácidos poli y perfluoroalquil (PFASs) está ampliamente difundido. Se utilizan como humectantes, detergentes y repelentes de agua y aceite en una gran variedad de productos cosméticos, envases de alimentos, indumentaria y productos para la casa. 

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Desde su primera comercialización hace más de 60 años, se ha demostrado que los denominados “PFASs de cadena larga” son persistentes, bio-acumulativos y tóxicos. Tal es así que en algunos países ya se han dejado de usar, aunque aún hay controversias sobre la seguridad del producto alternativo: los PFASs de cadena corta. 

En septiembre de 2014 se firmó el Estatuto de Madrid, donde 206 científicos y profesionales de 40 países solicitaron a las empresas que dejen de utilizar estos químicos, y a los gobiernos que amplíen la regulación para limitar su uso. 

¿En qué afecta el uso de estos químicos?

Estudios realizados entre 2005 y 2013 con habitantes de Parkersburg, en West Virginia, hallaron vestigios de químicos en el organismo de personas expuestas a emisiones de la planta DuPont, fabricante de la marca Teflon. Estos vestigios aumentan el riesgo de contraer cáncer, tener colesterol alto, colitis ulcerosas y otras enfermedades. Por ello a fines de 2015, la sustancia conocida como C8 utilizada en la fabricación de productos de teflón, deberá ser retirada de la producción.

Bill Walker, consultor del Environmental Working Group, de Washington, comentó su preocupación porque se están reemplazando los viejos químicos por nuevos con estructura similar, llamados “de cadena corta”. Pero al ser menos efectivo que los anteriores, se usan en mayor concentración y teme que afecten igualmente a la salud y el medio ambiente. 

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En respuesta al este documento de Madrid y a los reclamos efectuados, el FluoroCouncil, que representa a las compañías que utilizan estos químicos, asegura que los ácidos (PFASs) de cadena corta no son perjudiciales para los humanos ni para el medio ambiente, ya que se eliminan del cuerpo más rápido y son menos tóxicos que los de cadena larga.

De todos modos, para quien quiera evitar riesgos, conviene evitar el uso de productos con tratamientos anti manchas, indumentaria con la etiqueta GoreTex o utensilios antiadherentes con la marca Teflón. En lugar de estos utensilios de cocina, usar los de acero inoxidable o hierro fundido. Y al preparar palomitas de maíz, volver a la vieja receta de la abuela, recurriendo a la una olla de hierro bien pesada y una cocción a fuego lento.