Las etiquetas de información nutricional de los alimentos enuncian un ítem denominado “grasas trans” o “parcialmente hidrogenadas”. Está demostrado que aumentan el riesgo de padecer irregularidades cardíacas ya que se van acumulando en el interior de las arterias. Al obstruir el paso normal de la sangre, pueden provocar enfermedades cardíacas.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés) decidió dar un gran paso al emprender una lucha contra el consumo de grasas trans de origen artificial. En un comunicado del 16 de junio, la entidad declaró que a partir de ahora y de aquí a tres años, la industria de la alimentación deberá excluirlas de la elaboración de sus productos, y en el caso de querer utilizarlas, pedir una autorización especial
Según la Clínica Mayo, muchos médicos las consideran las grasas más perjudiciales para la salud, ya que a diferencia de las otras, elevan el colesterol LDL o “malo” y bajan el HDL o "bueno". Esta combinación aumenta el riesgo de enfermedades cardiacas.
Desde los años ’50 se utilizan las grasas trans o aceites parcialmente hidrogenados como ingredientes para aumentar el tiempo de conservación de los alimentos procesados, y también para estabilizar su sabor. Los productos que las contienen son:
- Horneados, tartas, galletas, pasteles, glaseados listos para usar.
- Snacks como papas, chips de tortilla, palomitas de maíz para microondas.
- Comidas preparadas en frituras profundas como papas, donas y pollo.
- Masa refrigerada, bizcochos enlatados, rolls de canela y pizzas congeladas.
- Margarina en barra y saborizantes no lácteos para café.
¿Qué son los aceites parcialmente hidrogenados?
En su libro “Somos lo que comemos”, la doctora Mónica Katz, coordinadora del Grupo de Trabajo de Obesidad de la Sociedad Argentina de Nutrición, explica que las grasas trans se encuentran en la naturaleza. Pero también se obtienen en la industria agregando hidrógeno al aceite vegetal, por eso también se las llama aceites parcialmente hidrogenados. Durante este proceso adquieren una consistencia sólida a temperatura.
En EE.UU. se consume aproximadamente un gramo de grasa trans al día. Suspender este hábito ayudaría a evitar 20,000 ataques al corazón y 7,000 muertes al año. Actualmente, los alimentos pueden decir en la etiqueta que tienen "0" gramos de grasa trans si contienen menos de 0.5 gramos por porción, incluyendo los aceites parcialmente hidrogenados.
En un comunicado de la FDA, la doctora Susan Mayne, PhD y directora del Centro para la Seguridad Alimentaria y la Nutrición Aplicada del ente estatal explicó que llegaron a esa determinación “con sustento en las pruebas científicas disponibles y en los hallazgos de distintos grupos de expertos.
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Los estudios muestran que la dieta y la nutrición juegan un papel clave en la prevención de problemas de salud crónicos, como las enfermedades cardiovasculares y la acción de hoy va de la mano con otras iniciativas de la FDA para mejorar la salud de los estadounidenses, incluyendo la actualización de la etiqueta de información nutricional".
Desde 2006 la FDA empezó a exigir que las grasas trans se incluyeran en la etiqueta de información nutricional de los alimentos. Muchas empresas respondieron de manera voluntaria cambiando la formulación de los mismos para reducir o eliminar las grasas trans, dejando de usar aceites parcialmente hidrogenados.
En 2013 la FDA declaró que los aceites parcialmente hidrogenados ya no eran generalmente considerados como seguros (o “GRAS”, por la sigla que utiliza la entidad) y debían comenzar a usarse progresivamente en menores cantidades. .
Entre el 2003 y el 2012, la FDA estima que el consumo de grasas trans disminuyó alrededor del 78 %. El etiquetado, y el cambio de las recetas de los alimentos industrializados fueron factores clave para ayudar a los consumidores a tomar decisiones más saludables y reducir el consumo de grasas trans.
Sin embargo, en EE.UU. sigue siendo alto el consumo y es necesario reducirlo con una dieta adecuada desde el punto de vista nutricional. La FDA recomienda a los consumidores que buscan reducir el consumo de grasas trans, que consulten la lista de ingredientes de un alimento para saber si un producto contiene o no aceites parcialmente hidrogenados.
A la hora de consumir grasas, son más saludables las del tipo monoinsaturadas presentes en el aceite de oliva, de maní y canola. También las insaturadas que contienen las nueces y`pescados de aguas profundas como atún y salmón.
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