Tal vez por eso su vuelta al talle 2 fue tan fulminante, aunque revela que las semanas después del parto se sentía como embarazada de seis meses, de tan abultado que tenía el vientre. Así fue como se decidió a usar una faja, y ni bien pasaron las seis semanas recomendadas por los médicos, retomó su actividad en el gimnasio. En su casa, entrena dos veces por semana en la cinta de correr, pensando ilusionada en el día de su boda que será en agosto. 

Según cuenta la modelo, su prometido Pasquale Rotella, empresario dedicado a la organización de eventos, se mostraba encantado con sus redondeces maternales, y la pareja sueña con tener dos hijos más. 

A la hora de las comidas, Holly contrató un servicio de dietas a domicilio que le llevan viandas de entre 1000 y 1100 calorías diarias, a las que ella debe agregar otras 500 en frutas y verduras, para complementar su alimentación, ya que está en el período de lactancia. 

Un desayuno típico consiste en tostadas francesas con compota de frutos rojos (150 calorías), el almuerzo es de una porción de pasta con vegetales (310 calorías) y la cena, pollo asado con puré de papas y vegetales (400 calorías). Algunas veces se tienta con algún postre, pero sólo prueba un par de bocados. 

La flamante y feliz mamá disfruta de su hija, de su silueta y de su pareja, lejos ya de sus tiempos de noviazgo con Hugh Hefner, propietario y fundador de Playboy.