A solo dos meses de haber dado a luz a Sienna, su segunda hija, la modelo Adriana Lima logró ponerse a punto para participar en el Victoria’s Secret Fashion Show de diciembre de 2012.
La brasileña de 31 años lució sus piernas largas y su figura curvilínea, aunque tras su amplia sonrisa se esconden horas y horas de trabajo duro. Para lograr la proeza, le hizo falta organizarse muy bien y tener fuerza de voluntad, tal como lo expresó a través de su cuenta de Twitter: “esfuérzate, porque nadie lo va a hacer por ti”.
Aunque los médicos desaconsejan empezar a hacer ejercicio intenso antes de las seis semanas, Adriana lo hizo, pero por decisión propia, ya que según declara, ni su agente ni la empresa de lencería le exigieron ponerse en forma tan pronto. Fue una decisión personal muy difícil, ya que se trataba de luchar contra la naturaleza: después de dar a luz, el metabolismo de la mujer está más lento y hace falta esforzarse más para bajar de peso, según explica su entrenador Michael Ojajide Jr.
Durante la puesta a punto, la modelo revela que muchas veces se le hizo difícil ir al gimnasio, ya que a pesar de ser fanática del ejercicio, se sentía cansada. Entrenó entre 4 y 6 horas al día, los 7 días de la semana, haciendo guantes, saltando a la soga, boxeo con la sombra, elongación y ejercicios para esculpir los músculos. Y sobre todo, trabajo core y abdominal, y cardio.
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En cuanto a la dieta, la brasileña considera que "uno es lo que come", y que a la larga el cuerpo lo manifiesta con colesterol o diabetes. Por eso su alimentación es sana y asistida por un nutricionista: 3 veces por semana ingiere 3 onzas de proteína, cantidad y variedad de vegetales verdes y mucha agua. También intenta dar el ejemplo a sus hijos, a quienes también alimenta en forma saludable. “No me gustaría que mi hija de tres años me pidiera almorzar un chocolate”. El chocolate, sólo es para los festejos, y no parte de la dieta cotidiana, asegura.
Después de su vuelta espectacular en el desfile por el cual hizo tanto sacrificio, en lugar de sumergirse en un local de comidas rápidas, se premió… con un cupcake. “Mi trabajo es estar en forma y comer sano”, se justificó.
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