Investigaciones recientes muestran que además de ser más afectados por la diabetes, los pacientes hispanos sufren más los efectos de la enfermedad que otros grupos poblacionales. Y la percepción que tienen de esta enfermedad afecta el control de la misma.
Esta semana, los CDC (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades) publicaron el primer estudio nacional sobre los riesgos para la salud y las principales causas de muerte en los hispanos en los Estados Unidos.
La investigación demostró que menos hispanos que personas de raza blanca mueren por las 10 causas principales de muerte, pero los hispanos tienen tasas de mortalidad más altas por la diabetes que los blancos no hispanos.
Esta publicación también encontró diferentes grados de riesgo de salud entre los hispanos por país de origen, como los siguientes: Los mexicanos y los puertorriqueños tienen cerca del doble de probabilidad de morir de diabetes que las personas de raza blanca no hispanas.
Por otro lado, una investigación de los laboratorios Janssen -fabricantes de Invokana, una medicina que ayuda a bajar el índice de azúcar en la sangre en pacientes con diabetes tipo 2- halló que los hispanos tienen dos veces más posibilidades de sentirse aislados a causa de la diabetes, que sus pares de otros grupos étnicos.
"Tengo diabetes desde hace más de un año -cuenta por ejemplo Lucía, una inmigrante hispana que vive en Texas-. Mi madre era diabética y mis hermanos también lo son. Pero ellos no quieren decir que tienen diabetes. Tiene vergüenza o miedo".
Lucía, de 54 años confirma en parte los hallazgos del estudio, que además encontró que uno de cada tres hispanos con diabetes tipo 2 siente que tener diabetes es como una sentencia de muerte y que la mayoría (53%) cree que es muy difícil hacer cambios en sus estilos de vida.
"Cuando el médico me dijo que tenía diabetes me dijo: 'Lucía, ya no puedes tomar refrescos, ya no puedes comer comidas rápidas, ni dulces'. En vez de preguntarme si hacía yo eso. Porque yo no comía ninguna de esas cosas", cuenta Lucía su experiencia.
Lejos de paralizarse con el diagnóstico, Lucía pidió una cita con una nutricionista. Ella le enseñó cuáles eran los platos sanos, le explicó la importancia de las porciones, le enseñó a llevar un diario de comidas y los valores de la glucosa, le explicó los efectos de los carbohidratos y los almidones y la importancia de los ejercicios.
"Los latinos tenemos grandes dificultades y sufrimos más", dice el doctor Samuel Arce, médico de familia del Hospital Jamaica de New York y también miembro de la Asociación Americana de Diabetes.
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"No entendemos del todo las recomendaciones de los médicos. Porque ellos no entienden nuestra cultura, nuestros modos de comer, nuestros gustos. Y eso afecta el modo en que nos cuidamos y controlamos la diabetes".
Para el doctor Arce los hispanos también tenemos cierta aversión a las medicinas y no nos damos cuenta que las consecuencias de no cuidarnos de la diabetes son peores que el efecto contrario que puedan tener las medicinas.
"Hace falta educar al paciente y educar a los profesionales médicos también", remata este médico con mucha experiencia tratando pacientes latinos en Estados Unidos.
Por ello, los laboratorio Janssen desarrollaron una iniciativa con varios componentes. Entre ellos, crearon dos programas de educación: uno para ayudar a los pacientes hispanos con diabetes tipo 2 y una plataforma de apoyo para los profesionales médicos para que puedan superar las barreras culturales e idiomáticas y darle a la comunidad hispana la atención que necesita.
Lucía es una de las usuarias de Invokana Care Path, la plataforma que informa sobre todos los aspectos de la diabetes y a la vez ofrece recetas y consejos para llevar una vida plena y con el mejor control posible de la diabetes.
"He hecho muchos cambios en mi vida y mi familia me ha apoyado", comenta Lucía. "He bajado 20 libras y he cambiado el modo de preparar las comidas. Siempre preparo en casa lo que llevo al trabajo y los viernes salimos a comer afuera. En la oficina salgo con mis compañeras a caminar todos los días, y además hago pesas y yoga".
La investigación encargada por Janssen y realizada por Nielsen Consumer Insights, encontró también que los hispanos son más motivados por la familia para manejar la enfermedad (78% frente a 51% de sus pares no hispanos).
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