Las enfermedades cardíacas y los accidentes cerebrovasculares (ACV) son dos de los principales asesinos en Estados Unidos, tanto para las mujeres como para los hombres.
Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EE. UU. (CDC), en todo el país, una persona muere por un ataque cardíaco cada 90 segundos, y los ACV matan a una persona cada 4 minutos. Muchas de estas muertes pueden evitarse si se busca ayuda médica rápidamente. Una reacción rápida también puede limitar los daños permanentes que le producen al cuerpo.
Los ataques cardíacos y los ACV se producen por interrupciones en el flujo normal de sangre al corazón o al cerebro, dos órganos fundamentales para vivir. Sin acceso a nutrientes y sangre oxigenada, las células del corazón o del cerebro comienzan a funcionar mal y mueren. Esta muerte celular puede provocar una serie de efectos dañinos en todo el cuerpo. Los cambios finalmente conducen a los síntomas conocidos de una emergencia cardíaca o cerebral.
Síntomas diferentes entre hombres y mujeres
Quizás conozcas los síntomas más comunes de un ataque cardíaco: dolor aplastante y prolongado en el pecho y dificultad para respirar. Pero el ataque cardíaco también puede producir transpiración fría, frecuencia cardíaca elevada, dolor en el brazo izquierdo, endurecimiento de la mandíbula o dolor en el hombro.
Muchas personas no saben que a menudo los síntomas del ataque cardíaco en las mujeres son distintos a los que presentan los hombres. Por ejemplo, en lugar de experimentar dolor en el pecho, durante un infarto las mujeres se sienten extremadamente agotadas y fatigadas o tienen náuseas e indigestión.
“Muchas mujeres tiene un sentido impreciso de pánico, un sentimiento del tipo 'No me siento muy bien y no sé por qué'”, explica la Dra. Patrice Desvigne-Nickens, experta en salud cardíaca de los Institutos Nacionales de Salud (NIH).
Entre los síntomas del ACV se incluyen dificultad repentina para ver, hablar o caminar y sensaciones de debilidad, insensibilidad, mareo y confusión. “Algunas personas sufren un dolor de cabeza intenso, inmediato y fuerte, distinto a cualquier otro dolor de cabeza que hayan tenido”, explica la Dra. Salina Waddy, experta en accidentes cerebrovasculares de los NIH.
Reconocer la emergencia
Ante la primera aparición de cualquiera de estos síntomas, la reacción rápida, ya sea tuya o de alguien que conoces o que esté cerca, puede marcar una gran diferencia. Ahora el país cuenta con dispositivos, medicamentos y procedimientos que pueden ayudar a limitar el daño al corazón y al cerebro luego de un ataque, siempre y cuando la ayuda médica llegue pronto.
Si se priva al corazón de sangre por mucho tiempo, generalmente más de 20 minutos, el músculo cardíaco puede quedar dañado irreversiblemente, explica Desvigne-Nickens. “Tienes que estar en el hospital, porque se corre el riesgo de sufrir un paro cardíaco (la detención del corazón), lo que puede ser mortal. En el hospital, los médicos te administrarán fármacos para disolver los coágulos de sangre y realizarán otros procedimientos de emergencia” explica la especialista.
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Con los ACV, explica Waddy, “mientras más se espera, más células cerebrales mueren”, y mayor es la posibilidad de daño permanente o discapacidad.
Cuándo los segundos cuentan
Incluso si no estás seguro, no tengas vergüenza y no dudes en llamar al 9-1-1 si crees que estás teniendo un ataque cardíaco o un ACV. “Nunca debes buscar las llaves del auto. Tu cónyuge no debe llevarte al hospital”, recomienda Desvigne-Nickens. “El personal de emergencias está capacitado para tratar los síntomas y ello podría marcar la diferencia entre la vida y la muerte”.
Un ataque cardíaco o un ACV le pueden suceder a cualquiera, pero los riesgos aumentan con la edad. Los antecedentes familiares de ataque cardíaco o ACV también aumentan los riesgos. Sin embargo, algunos factores de riesgo para ambos eventos, están dentro de tu control.
“Si sufres de hipertensión, colesterol alto o diabetes, trabaja con tu médico para controlar estas afecciones” dice Waddy. “Conoce tus valores de presión arterial, azúcar en sangre y colesterol y aprende lo que significan”.
También puedes prepararte para una emergencia médica. Puedes conservar la información médica importante sobre ti y tenerla a mano, por ejemplo, con una tarjeta en la billetera.
Para reducir los riesgos, lo mejor es la prevención: consume una dieta equilibrada, rica en proteínas, salvado y frutas y vegetales, y de bajo contenido en grasas saturadas. Realiza actividad física regularmente y no fumes.
Por último, si ves que alguien tiene los síntomas mencionados de un ataque cardíaco o un ACV, pide ayuda inmediatamente al 911.
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