Una noticia que genera gran esperanza en la comunidad médica. Con tan sólo una gota de sangre, los profesionales pueden ser capaces de detectar el cáncer de páncreas en sus primeras etapas o en las avanzadas, según un estudio reciente.
Debido a que el cáncer de páncreas se diagnostica con frecuencia en un estadío avanzado, el índice de supervivencia es sumamente bajo en comparación con muchos otros tipos de cáncer, de ahí que la detección temprana sea de importancia crucial para salvar vidas.
Ahora, un equipo de investigadores de diferentes países fue capaz de identificar el 100% de los pacientes con cáncer de páncreas en etapa tardía, así como aquéllos con enfermedad en estadío temprano, mediante la detección de una proteína en la sangre que se produce en abundancia cuando hay células tumorales.
Esa proteína se convierte en diminutas partículas similares a las del tamaño de un virus, llamadas exosomas, que son excretadas por todas las células del cuerpo. Pero, por fortuna, la proteína se convierte en exosomas sólo cuando hay cáncer, por lo que su presencia podría ser uno de los primeros y comprobables marcadores de la enfermedad.
Sobre la importancia del estudio, que fue publicado en Nature, el Dr. Raghu Kalluri, coautor y profesor y presidente del departamento de biología del cáncer en el MD Anderson Cancer Center dijo: “Es raro descubrir el cáncer de páncreas en su fase temprana. Las personas no tienen ningún síntoma que las lleve a consultar al médico, sino recién cuando su cáncer está en etapa 3 ó 4 (las más avanzadas). Con el uso de esta prueba, logramos un 100% de precisión en la identificación de todos los pacientes con cáncer"
Aunque bastante prometedor, los resultados del hallazgo tendrán que ser verificados y validados por otros estudios. Pero si supera las barreras convencionales, esta prueba de sangre puede estar disponible dentro de un año como una herramienta clave en la detección del cáncer, dijeron los investigadores.
Kalluri y sus colegas examinaron muestras de suero de 190 pacientes con cáncer de páncreas, 32 pacientes con cáncer de mama y 100 voluntarios sanos. Ellos encontraron altos niveles de exosomas entre quienes tenían cáncer y en cambio, no estaban presentes en los voluntarios sanos.
Otra cosa importante es que los niveles de exosomas disminuyeron cuando los pacientes se sometieron a cirugía para extirpar el tumor, por lo que el marcador también podría ser utilizado para seguir la progresión de la enfermedad, dijo Kalluri.
Esta prueba de sangre se suma a la lista de otras importantes desarrolladas recientemente para detectar enfermedades en su fase temprana, como la de medir las proteínas para detectar el Alzheimer y la que que consiste en hallar pistas tempranas sobre el Mal de Parkinson, ambas del año 2015.
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Un enemigo letal
El cáncer de páncreas es difícil de detectar con anticipación. No causa síntomas de inmediato, y cuando éstos aparecen, suelen ser vagos o imperceptibles, como un color amarillento en la piel y los ojos, dolor en el abdomen y la espalda, pérdida de peso y fatiga.
Además, como el páncreas está oculto detrás de otros órganos, los profesionales de salud no pueden ver ni palpar los tumores en los exámenes de rutina. Para obtener el diagnóstico, ellos hacen un examen físico, pruebas de sangre, exámenes de imágenes y una biopsia, informan los Institutos Nacionales de Salud (NIH).
El cáncer de páncreas ocupa el lugar número 12 entre los cánceres más comunes en Estados Unidos y es una enfermedad relativamente poco común; sin embargo, es la cuarta causa principal de muerte en el país relacionada con el cáncer, tanto en hombres como en mujeres.
En 2014, alrededor de 46,000 personas fueron diagnosticadas con cáncer de páncreas y 40,000 murieron por esta enfermedad, informa el Instituto Nacional del Cáncer.
El índice de incidencia general del cáncer de páncreas no ha cambiado en forma significativa desde 2002, pero el índice de mortalidad aumentó a un promedio de 0,4 % anual entre 2002 y 2011, un dato preocupante.
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