Los niños con trastornos del espectro autista presentan tasas más bajas de vacunación completa que otros niños y lo mismo sucede con sus hermanos menores, según una reciente investigación.
El estudio, publicado en JAMA Pediatrics, señaló que este grupo de niños tiene una mayor probabilidad de contraer enfermedades prevenibles y peligrosas. La mayoría de los padres de niños con autismo creen que las vacunas contribuyen al desorden de sus hijos, destacaron los autores.
La inmunización de las vacunas previene cada año entre 2 y 3 millones de muertes por difteria, tétanos, tos ferina y sarampión a nivel mundial. Es una de las intervenciones de salud pública más exitosas y de bajo costo, según la Organización Mundial de la Salud.
Algunos padres no permiten que sus hijos sean vacunados y esto, en muchos casos, es debido a temores infundados de que las vacunas pueden causar autismo. Los adultos deben saber que diversos estudios a escala realizados en miles de niños NO han encontrado conexión alguna entre cualquier vacuna y el autismo.
Disparidades
El nuevo estudio incluyó a más de 3,700 niños que habían sido diagnosticados con trastorno del espectro autista antes de los 5 años y que habían nacido entre 1995 y 2010. Los investigadores también observaron a casi 500,000 niños de la misma edad sin trastornos y, específicamente, analizaron si los niños habían recibido todas las vacunas recomendadas por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC).
"Lo que encontramos es que hay grandes disparidades en las tasas de vacunación entre los niños con y sin trastornos del espectro autista. Comparando los dos grupos de niños, encontramos que el 80% de los niños con autismo recibieron todas las vacunas recomendadas para niños entre las edades de 4 y 6 años, frente al 94% entre los niños sin autismo", dijo Ousseny Zerbo, del Centro de Estudio de Vacunas de Kaiser Permanente y autor principal del estudio.
Los investigadores también examinaron los registros de los hermanos menores de los niños en el estudio: hermanas y hermanos nacidos entre 1997 y 2014, quienes tuvieron entre un 4% (entre los 4 y 6 años) y un 14% (entre los 11 y 12 años) menos de probabilidades de recibir las vacunas recomendadas, en comparación con los hermanos de los niños que no fueron diagnosticados con autismo.
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"No esperaba ver esta gran diferencia. A partir de este estudio, tener menores tasas de vacunación entre los niños con autismo y sus hermanos sugiere que podrían tener un mayor riesgo de enfermedades prevenibles con vacunas", advirtió Zerbo.
Una forma de abordar las preocupaciones persistentes entre los padres sobre el tema de las vacunas es mejorar la comunicación y la educación entre los médicos y las familias, destacó el investigador. Agregó, además, que espera continuar con el estudio para comprender mejor qué las razones por las cuales los padres de niños con autismo decidieron reducir la vacunación de sus hijos.
¿Qué son los TEA?
Los trastornos del espectro autista (TEA) son un grupo de discapacidades de socialización, comunicación y conducta, que tienen síntomas de leves a graves, y suelen ser crónicas. Uno de cada 110 niños es diagnosticado con uno de estos trastornos.
Se los llama “trastornos de un espectro” porque afectan de manera distinta a cada persona, aunque presentan algunos síntomas similares, especialmente los relacionados con problemas en la interacción social. Los TEA suelen aparecer antes de los 3 años y duran toda la vida.
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