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Los hallazgos publicados en la revista médica British Medical Journal, refieren que una dieta al estilo mediterráneo evitaría el envejecimiento del ADN y tendría un impacto positivo en los telómetros, los extremos de los cromosomas que protegen los códigos genéticos y cuya longitud influye en el desarrollo y el envejecimiento de los tejidos del organismo.

Para llegar a dicha conclusión, los científicos analizaron el impacto de la dieta que seguían de 4,676 mujeres de mediana edad en los telómetros. Las participantes formaban parte del Estudio de Salud de Enfermeras, un estudio en curso que ha dadoseguimiento a la salud de más de 120,000 enfermeras de Estados Unidos desde 1976. 

Los resultados mostraron que el grupo que consumían de manera regular pescado, fruta y aceite de oliva tenían telómetros más sanos y largos. Adherirse a una dieta mediterránea estaría asociado con la longitud de los telómetros, un marcador de envejecimiento biológico, destacan los autores del trabajo.

De acuerdo con los investigadores dirigidos por Inmaculada De Vivo, la diferencia en la longitud de los telómeros de las mujeres que seguían la dieta mediterránea podría traducirse en un aumento promedio de aproximadamente 4.5 años de vida, más o menos comparable a la diferencia entre un fumador y un no fumador, entre ser una personas activa o sedentaria.

Los autores del trabajos consideran que los resultados apoyan aún más los beneficios de la adherencia a la dieta mediterránea para disminuir la mortalidad global, aumentar la longevidad y la reducir la incidencia de enfermedades crónicas, especialmente de enfermedades cardiovasculares.

Más sobre la dieta mediterránea

La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos destaca que seguir la dieta mediterránea puede llevar a niveles de azúcar en sangre más estables, colesterol y triglicéridos más bajos y a un riesgo menor de cardiopatía y otros problemas de salud.

La dieta mediterránea está basada en comidas a base de vegetales, con sólo pequeñas cantidades de carne de res y pollo; más porciones de granos, frutas y verduras frescas, nueces y legumbres; alimentos que en forma natural contengan cantidades altas de fibra; mucho pescado y otros mariscos en lugar de carne roja; aceite de oliva, una grasa saludable y monoinsaturada, como la fuente principal de grasa empleada para condimentar y preparar los alimentos y alimentos que se preparan y sazonan de manera simple, sin salsas ni jugos de la carne.

La dieta estilo mediterráneo tiene menos carnes y carbohidratos y más alimentos a base de vegetales y grasa monoinsaturada (buena) que una dieta estadounidense típica.

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