Cuál es el origen

Una de las principales causas es el esfuerzo para evacuar. Sucede si estás estreñido o si tienes diarrea. También puede suceder si te sientas en el inodoro por demasiado tiempo. A veces son causadas por la obesidad, levantar objetos pesados o por una actividad que causa tensión, informa la Academia Americana de Médicos de Familia.

¿Cómo evitarlas?

Casi todo el mundo tiene hemorroides en algún momento. Sin embargo, para no llegar a tener que padecer sus molestas consecuencias, el Dr. Massarat Zutshi de Cleveland Clinic, revela 6 formas de cuidado para prevenirlas que están a tu alcance:

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1. Ve al baño cuando necesites

Esto suena como un consejo de sentido común, pero mucha gente lo ignora. Si demoras en usar el baño, tu materia fecal puede endurecerse y secarse en el intestino, lo que hace que sea más difícil de evacuar. Si te esfuerzas para defecar, el riesgo de desarrollar hemorroides aumenta.

Todo es cuestión de medida

Pero cuidado, tampoco fuerces una evacuación intestinal cuando no lo necesitas. El esfuerzo desmedido aumenta la presión sobre las almohadillas venosas, lo que conduce a las hemorroides. En particular, el esfuerzo puede convertir a las hemorroides internas en externas.

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2. El baño no es una sala de lectura

Piensa en tu tiempo en el baño como una necesidad, no como un escape prolongado. Si tu baño tiene muchas revistas o libros disponibles, considera llevarlos a otro lugar. No lleves tu teléfono al área del inodoro, no explores Facebook, Instagram, Snapchat, Twitter o participes en juegos.

¿Por qué?

Cuanto más tiempo pases en el inodoro, más probable es que te esfuerces para defecar. Además, la posición de estar sentado aumenta el estrés en los vasos sanguíneos anales. Ambos factores aumentan el riesgo de hemorroides.

3. Cambia tu dieta

Para prevenir las hemorroides, las heces deben ser suaves y deslizarse fácilmente. Puedes alcanzar la consistencia correcta al hacer elecciones inteligentes de dieta y beber mucha agua para evitar la deshidratación.

Consume más fibra y toma agua

La fibra puede ayudarte a evitar el estreñimiento, un factor de riesgo para las hemorroides. Si estás estreñido, intenta obtener más fibra consumiendo vegetales verdes, frutas y granos enteros al 100%. Si es necesario, pregúntale a tu médico acerca de tomar suplementos de fibra, pero comienza tratando de obtenerla través de la dieta. Bebe mucha agua junto con la fibra.

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4. Escucha a tu cuerpo

Y así podrás evitar los alimentos que irritan tus intestinos. Para algunas personas, la lactosa en los productos lácteos es irritante. Para otros, es el gluten o demasiados alimentos refinados.

5. Ponte en movimiento

El ejercicio ayuda a mejorar o prevenir muchos problemas intestinales y digestivos, incluidas las hemorroides. Cuando eres sedentario, todo se ralentiza, hasta tus intestinos. Caminar, correr, todo vale: vuélvete activo. Si tienes hemorroides, evita las sentadillas de levantamiento de pesas o movimientos similares con pesas que aumentan la presión abdominal.

6. Visita a tu médico

Si tienes síntomas de hemorroides, consulta a un médico y evalúa tu problema. No todas las opciones de tratamiento son quirúrgicas, y es posible que necesites pruebas para descartar otras enfermedades. Pero ten en cuenta que hay cambios sencillos de estilo de vida que pueden prevenir este problema.