En primer lugar, debemos hacer una aclaración. Aquí hablaremos de las propiedades de los pomelos (Citrus maxima), que suelen confundirse con las toronjas (Citrus × paradisi). Esto se debe a que estas últimas también son llamadas pomelos en algunos países de Sudamérica. Si bien ambos pertenecen a la familia de los cítricos, el pomelo puede llegar a ser del tamaño de un melón (es el cítrico más grande), mientras que la toronja es del tamaño de un puño. Otra diferencia clara se encuentra en el color, el pomelo es amarillo verdoso, mientras que la toronja rosa amarillento.

Toronja: conoce todos sus beneficios

Teniendo en cuenta esto, podemos agregar que el pomelo posee una cáscara muy gruesa pero suave y fácil de pelar. Dependiendo su cultivo, la pulpa es amarilla o rosada, y puede variar de jugosa a ligeramente seca, y de picante-dulce a ácida. El pomelo es rico en agua, fibra, vitaminas, especialmente C y B (como tiamina o B1, riboflavina o B2 y niacina o B3), y distintos minerales, como calcio, fósforo, hierro, y magnesio. Esto hace que su consumo se asocie de distintos beneficios.

Favorecen la digestión

Un pomelo aporta, aproximadamente, 25% del requerimiento diario de fibra. Esta es fundamental para promover una digestión saludable, dado que aumenta el volumen de las heces, promueve un movimiento suave en el tracto digestivo y estimula la secreción de jugos digestivos y gástricos, que ayudan a descomponer proteínas complejas difíciles de digerir.

¿Sirven para perder peso?

El pomelo posee carnitina palmitoil-transferasa, también conocida como la "enzima quemagrasas". Esto se debe a que se encarga de descomponer grasas de los alimentos que ingerimos, transformándolas en energía. También descompone la grasa ya almacenada en el cuerpo. Por este motivo, y por su riqueza en fibra y proteínas, el consumo de pomelos (complementado con una dieta saludable y ejercicio regular) se asocia al control o incluso a la pérdida de peso.

Protegen la salud cardiovascular

Los pomelos también parecen alzarse como una buena forma de proteger la salud cardiovascular, dado que su consumo se asocia a la reducción de los niveles de colesterol, triglicéridos y presión arterial. Si estos niveles no se controlan, pueden aumentar el riesgo de sufrir distintos problemas graves, como aterosclerosis, ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.

Aumentan las defensas

Los pomelos son ricos en vitamina C, naringenina, naringina y flavonoides, como el licopeno, todos compuestos con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Estos son especialmente útiles para mejorar las defensas del organismo y combatir a los radicales libres, moléculas inestables que afectan las estructuras celulares sanas, aumentando el riesgo de distintas enfermedades.

Mejoran la salud ósea

Calcio, hierro, manganeso, potasio y zinc son otros minerales que podemos obtener si consumimos pomelos. Estos permiten mantener o mejorar la salud de los huesos, dado que aumentan la densidad mineral ósea y ayudan a prevenir afecciones como la osteoporosis.

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Previenen la rigidez muscular

Por su riqueza en potasio, los pomelos son una buena opción para prevenir los calambres musculares y la rigidez. Esto se debe a que el potasio es importante para el equilibrio de líquidos en el cuerpo. Además, por su riqueza en vitamina C, se cree que el consumo de pomelos puede ayudar a promover la cicatrización de heridas.

Cuida la salud bucal

Otro beneficios que aporta la vitamina C presente en los pomelos es el de producir colágeno, un conjunto de proteínas que fortalece los tejidos, órganos y células. Esto, entre otras cosas, puede aumentar la fuerza de las encías y las superficies bucales para evitar que se infecten o se debiliten.

Precauciones

Aunque el consumo de pomelo es considerado seguro para la mayoría de las personas, y se asocia a distintos beneficios, los investigadores señalan que su ingesta en exceso puede provocar diferentes problemas gastrointestinales, como hinchazón, dolor de estómago o diarrea. También puede ser peligrosa para pacientes con enfermedades hepáticas o renales (dado sus niveles de vitamina C y potasio).

Recuerda

Hasta contar con evidencia científica significativa proveniente de ensayos en humanos, las personas interesadas en utilizar terapias a base de hierbas y suplementos deben tener mucho cuidado. No abandones ni modifiques tus medicamentos o tratamientos, antes habla con el doctor sobre los potenciales efectos de las terapias alternativas o complementarias.

Fuentes consultadas:

Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Clínica Mayo, Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel, Instituto Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa.