Qué es la mononucleosis y cuáles son sus síntomas
También te mostramos sus tratamientos y formas de prevención
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La mononucleosis infecciosa, "enfermedad del beso " o fiebre glandular, es una enfermedad contagiosa que suele ocurrir entre adolescentes y adultos jóvenes. Esta afección se caracteriza por provocar fiebre, dolor de garganta e inflamación de los ganglios linfáticos. Aquí te contamos cómo se trasmite, cuál es su tratamiento y qué puedes hacer para prevenirla.
Cuáles son los síntomas de la mononucleosis
Los síntomas de la mononucleosis se presentan entre 4 y 6 semanas tras el contagio. Entre ellos se encuentran: fiebre, dolor de garganta, cabeza y cuerpo, fatiga extrema, ganglios linfáticos inflamados, especialmente en el cuello y las axilas, aparición de petequias (manchas rojizas en la piel), y sarpullido. En el peor de los casos, se puede dar un agradamiento del bazo e inflamación del hígado.Más información
Según informan las autoridades de salud, las personas de entre 15 y 30 años, enfermeros, pasantes médicos, cuidadores o personas que toman medicamentos que inhiben el sistema inmunitario tienen un mayor riesgo de contagiarse de mononucleosis.
Cómo se trata la mononucleosis
Para tratar la mononucleosis se recurre al uso de analgésicos, como paracetamol o ibuprofeno, y medicinas para la fiebre. También se pueden realizar gárgaras con agua tibia y sal, para aliviar la irritación de la garganta, beber abundante líquido, para prevenir la deshidratación, y hacer reposo, para no empeorar los episodios de fatiga.Cómo prevenirla
Para prevenir la mononucleosis se debe evitar el intercambio de fluidos con el enfermo. Este deberá, a su vez, extremar el cuidado y no estar en contacto con personas, especialmente con quienes sufren inmunodeficiencias, pacientes trasplantados o mujeres embarazadas. En el caso de los niños, no deberán acudir al colegio durante la fase aguda de la enfermedad, es decir, entre la primer y segunda semana.
Alimentación
Los efectos de la fatiga, fiebre y dolor de garganta pueden dificultar cumplir con las comidas diarias. Por ello, procura incorporar alimentos que favorezcan la digestión y absorción de nutrientes, como frutas, vegetales, granos, semillas y carnes magras. También puedes sumar infusiones con propiedades antivirales, como las de jengibre, canela, ajo o limón.Más información