Por favor, bájese de ahí

Estaba sentada con su hijo en el barco pirata, pero cuando quiso bajar la barra de seguridad, no lograba ajustarla por encima de su abdomen y le pidieron que abandonara el juego. Laura siempre tuvo problemas con su peso pero en agosto de 2010 fue cuando alcanzo el récord de 350 libras (158 kilos).

Sobrepeso, desde siempre

En su época escolar recuerda haber usado ropa de adultos, y aunque notaba que era más voluminosa que el resto de sus compañeros, no le importaba demasiado. Siempre le gustó la comida chatarra, y las porciones normales no le parecían suficientes y pedía extra.

Y por casa ¿cómo andamos?

Pese a su afición a las hamburguesas, Laura hizo todo tipo de dietas y llegó a bajar 84 libras (38 kilos), que recuperó después de dar a luz a sus hijos Kai y Zane, de 8 y 2 años. Su esposo, Craig McIntosh de 29 años, nunca le hizo cuestionamientos sobre su exceso de peso.

Una experiencia traumática

Laura recuerda que una vez vio que una persona no "entraba" en el carrito de un parque de diversiones, y quedó obsesionada. Por eso siempre se quedaba mirando sin participar, por miedo a que le pasara a ella.

Señora, se tiene que bajar

Llego el día fatal en que por fin se animó, y mientras el empleado del parque trataba de empujar la barra de seguridad, Kai, el hijo de Laura, preguntaba enojado qué estaba pasando. El niño estaba molesto y ella se sentía muy avergonzada, especialmente cuando la hicieron bajar.

Antes de subir, al tester

Muchos de los juegos de los parques de diversiones tienen "probadores" para que las personas más grandes de tamaño (ya sea por el alto o el ancho) puedan testear si entrarán en los asientos. Es que en la página de los parques el único requisito que se aclara, en el caso de Disney, Universal y Knott, es la altura.

Pocos detalles de peso en Disney

En Disney, el juego Orange Stinger en DCA también tiene tester. Aunque al hablar de sus restricciones, Walt Disney World menciona que, por seguridad de los huéspedes, los juegos tienen ciertos requisitos y condiciones respecto a la altura, salud y otras normas de seguridad. Pero para conocerlas...hay que leer los carteles de cada juego.

Casi todos los juegos pasan la prueba

En el sitio de Internet Allears.net, un usuario talle 24-26 relató que para sacarse la duda de si los juegos de Disney son aptos para talles grandes, intentó subirse a todos los juegos y...¡lo logró! Incluso, pudo subir al Everest y al Space Mountain. Su miedo, lógico, era que la traba de seguridad no pudiera...trabarse. El Everest, de hecho, sólo especifica la altura mínima. 44 pulgadas (112 cm) o más

El médico aconseja operar

Luego de esa mala experiencia, el médico de Laura decidió que era el momento de actuar. Aconsejó que la única solución era someterse a una cirugía de by-pass gástrico. Ella pensaba que no era tan gorda como para eso… y cuando se subió a la balanza “casi se desmaya” al comprobar que en efecto lo era. .

La única alternativa

El médico sostenía que al haber probado otras alternativas sin éxito, la cirugía era la única opción. Laura se preparó haciendo dieta líquida durante un mes para depurar el hígado, y en ese tiempo perdió 70 libras (31 kilos).

¡No quiero hijos huérfanos!

“No quería morir y dejar a mis hijos sin madre, pero moriría de todos modos con este sobrepeso”, decía Laura, que estaba aterrorizada en un primer momento por la cirugía. Para peor, su esposo no estaba de acuerdo con la operación, asustado por los riesgos, pero finalmente la apoyó.

Ahora, talle 12

Al tiempo empezó a usar vestidos talle 12, que le daban más satisfacciones que la comida chatarra, cuando usaba pantalones 26. A los cuatro meses perdió más de 70 libras (31 kilos), se unió a un grupo para adelgazar y va al gimnasio cuatro veces por semana.

No más miedos

A dos años de aquel incidente, hoy puede disfrutar de las mismas cosas que los demás, correr por el parque con sus hijos, viajar en avión sin pedir una extensión del cinturón de seguridad, sentarse en una silla de jardín sin miedo a romperla y subir una escalera sin perder el aliento.

Volvió al barco pirata y ¡lo logró!

Finalmente, Laura y su familia se dieron una segunda oportunidad y volvieron al parque de diversiones. Cuando se sentó en el barco pirata cerró los ojos mientras bajaban la barra de seguridad. Al escuchar el “clic” gritó, se rió y lloró. Fue un sentimiento inolvidable, y hoy es feliz de poder acompañar a sus hijos a todos lados.

No es la única

La inglesa Elaine Francis pasó por la misma experiencia al comprobar que no cabía en el carrito del parque temático West Wales' Oakwood. Decidió abandonar el talle 18 y con mucho ejercicio y reduciendo la cantidad de calorías bajo 70 libras (31 kilos) en 10 meses. “Con cambios al cocinar y comprar, se puede lograr”, revela.