Aunque el origen del kéfir se remonta siglos atrás a las montañas del Cáucaso, en Rusia, es muy popular en Medio Oriente. Se caracteriza por sus blancos y cremosos nódulos, que le dan un aspecto similar al de la coliflor y un sabor que oscila entre el ácido y agrio.

Las bacterias del kéfir pueden ser cultivadas en casa, ya que su producción es sencilla y similar a la del yogur natural. Es un alimento bajo en calorías, 37 cada 100 g, que puedes consumir acompañándolo con miel o frutas, como bayas o bananas, para endulzar su sabor.

Diferentes tipos

El kéfir puede ser de leche, agua o té, y aunque los expertos opinan que el de agua es mejor que el de leche, este último es el más conocido y extendido. Los tres tipos son el mismo kéfir pero adaptados a medios distintos, por lo tanto, los beneficios que aportan no varían:

Mejora el tránsito intestinal

El kéfir puede ser de gran ayuda cuando necesitas ir al baño pero tienes dificultades. Según la evidencia científica disponible, tomar 500 ml de kéfir al día durante cuatro semanas ayuda a evacuar con regularidad a las personas que padecen estreñimiento. La consistencia de las heces también se normaliza.

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Protege el intestino

Al ser un alimento probiótico, el kéfir posee 30 microorganismos beneficiosos diferentes, que ayudan a mantener el equilibrio de las bacterias intestinales. Se encontró que tomar 250 ml dos veces al día durante dos semanas aumentó la probabilidad de erradicar una bacteria, llamada H. pylori, que puede dañar al organismo. También es eficaz para combatir el síndrome de intestino irritable.

Para perder peso

Según muestran investigaciones en mujeres con sobrepeso y obesidad, incorporar dos porciones de productos lácteos, como kéfir, en la dieta diaria durante ocho semanas, puede ayudar a reducir el peso corporal en aproximadamente 1,5 kg, en comparación con otro tipo de dietas.

¿Combate la osteoporosis?

Si se elabora con leches ricas en grasas y se consume regularmente, el kéfir se convierte en una gran fuente de calcio. De esta manera es capaz de ayudar a mantener una buena salud ósea, previniendo fracturas y retrasando el desarrollo enfermedades como la osteoporosis.

Bueno para el corazón

Los alimentos fermentados pueden disminuir el exceso de colesterol ya que eliminan los ácidos biliares y esto obliga al hígado a fabricar mas bilis utilizando el colesterol presente en la sangre. Un estudio concluyó que el consumo habitual de kéfir durante más de seis meses, no sólo disminuyó el nivel de colesterol "malo" sino que incrementó el nivel del "bueno".

Otros beneficios

Existe evidencia que asocia al consumo de los probióticos de los productos lácteos, como el kéfir, con una estimulación del sistema inmunitario. Por este motivo, se cree que su ingesta puede ayudar a fortalecer las defensas a la vez que aporta efecto anticancerígenos y antibacterianos.

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Efectos secundarios

Ya que la fermentación del kéfir produce una pequeña cantidad de alcohol puede ser perjudicial para personas que tengan enfermedades del hígado. También puede afectar a quienes tengan enfermedades intestinales graves, como intolerancia a la lactosa o alergia a la leche. Además, si se consume en exceso puede causar dolores abdominales y diarrea.

Recuerda

Hasta contar con evidencia científica significativa proveniente de ensayos en humanos, las personas interesadas en utilizar terapias a base de hierbas y suplementos deben tener mucho cuidado. No abandones ni modifiques tus medicamentos o tratamientos, antes habla con el doctor sobre los potenciales efectos de las terapias alternativas o complementarias.

Fuentes consultadas

Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, Instituto Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa.