Helicobacter pylori, la bacteria que puede darte una úlcera
Conoce sus síntomas y cómo tratarla
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Cómo identificarla
Es normal que H. pylori produzca sensación de hambre y de tener el estómago vacío (aproximadamente de 1 a 3 horas después de comer). También puede causar problemas para tomar líquido, pérdida involuntaria del peso y apetito, vómitos y heces oscuras o con sangre.También puede causar sensación de ardor o dolor en el abdomen, normalmente de mayor intensidad cuando el estómago está vacío. Entre 10 y 15% de las personas infectadas con H. pylori desarrollan la enfermedad de úlcera péptica, dónde los jugos gástricos dañan el revestimiento del tracto digestivo.

Cómo prevenirla
Para prevenir la infección por H. pylori, los especialistas recomiendan lavar bien las manos después de usar el baño o antes de comer. También es importante beber agua de fuentes limpias y seguras, y preparar los alimentos adecuadamente (sin mezclar los que deben cocinarse con los que se comen crudos o respetar los puntos de cocción).
Tratamiento
En caso de ser detectada, la infección por H. pylori es curable, aunque la bacteria es muy resistente. Para eliminarla es necesario un tratamiento de dos semanas, que consta de varios antibióticos y un medicamento que disminuye la secreción del ácido estomacal. A pesar de ser extenso, este tratamiento es la mejor manera para deshacerte de la bacteria y prevenir la formación de futuras úlceras.
Alimentos beneficiosos
Sin ser sustitutos, algunas alimentos pueden ayudar a combatir la H. pylori durante el tratamiento, principalmente aquellos con propiedades antiinflamatorias, no ácidos o de rápida digestión. Algunos ejemplos son las frutas y vegetales cocidos (brócoli, coles, frambuesas, moras, arándanos, peras, manzanas y bananas), carnes blancas y pescado, yogures, frutos secos, semillas o grasas saludables, como el aceite de oliva.Qué debes evitar
También puedes ayudar al cuerpo a combatir la H. pylori evitando ciertos alimentos, principalmente aquellos que irritan el estómago, aumentan la producción de los jugos gástricos o tardan en ser digeridos. Esto incluye refrescos y bebidas alcohólicas, pimienta y condimentos, carnes rojas o procesadas, café, chocolate, alimentos ricos en fibra o enlatados y quesos amarillos.