Es común que el párpado caído afecte a personas mayores de 65 años, sin embargo, adultos y niños de todas las edades pueden padecerlo. Entre sus principales causas se encuentra: debilidad del músculo que eleva el párpado, daño en los nervios que controlan ese músculo, flacidez en los párpados superiores, envejecimiento, o lesiones.

El párpado caído también puede deberse a rasgos de nacimiento, herencia familiar u otras enfermedades, como tumores alrededor o detrás del ojo, accidentes cerebrovasculares, diabetes, orzuelos o síndrome de Horner. Esta afección puede presentarse en uno o en ambos ojos.

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Síntomas

Como señalamos, el párpado caído puede cubrir solo la parte de arriba del ojo o la pupila completa. En principio, esto puede causar la sensación de que el campo de visión está siendo bloqueado, dolor y cansancio alrededor de los ojos, o lagrimeo a pesar de la resequedad. También puede provocar movimiento involuntarios, como echar la cabeza hacia atrás para descubrir la vista.

Es importante recurrir a un especialista cuando sientas molestias en los ojos, ya que un párpado caído puede mantenerse constante, empeorar con el tiempo (ser progresivo), o aparecer y desaparecer (ser intermitente). En la mayoría de los casos graves, la opción es someterse a cirugía, la cual suele ser muy efectiva para restaurar la apariencia y el funcionamiento del ojo.

La cirugía que se hace para reparar el descolgado o la caída de los párpados superiores se llama blefaroplastia. En los casos leves puede ayudar a mejorar la apariencia del párpado, en los casos graves ayuda a corregir la interferencia de la visión. También puede ayudar a corregir la ambliopía, mejor conocida como "ojo perezoso".

Cómo prevenir el párpado caído

Si bien existen factores no modificables que causan el párpado caído, existen otros que sí lo son. Por ejemplo, los especialistas recomiendan evitar los lentes de contacto rígidos, frotarse los ojos brusca y constantemente, beber alcohol en exceso o fumar. También se destacan algunos remedios caseros y prácticas que se pueden adoptar para prevenir la aparición de este problema.

Manzanilla

La manzanilla es una de las opciones más comunes para tratar los problemas de la vista, incluidos los párpados caídos, debido a que posee fitoquímicos, sustancias con propiedades antiinflamatorias. Para reducir la incomodidad solo debes recostarte y colocar sobre tus ojos compresas o sacos de té de manzanilla, previamente escurridos y a temperatura ambiente, por breves períodos de tiempo.

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Alimentación saludable

Existen compuestos, como el betacaroteno o la luteína, que se asocian a una buena salud ocular por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Para aprovecharlos puedes incorporar en tu dieta alimentos como los vegetales de hoja verde (espinaca, brócoli, kale o lechuga romana), calabazas, plátanos, naranjas, uvas y manzanas, entre otras opciones.

Acupuntura

La acupuntura es una práctica milenaria oriental que se caracteriza por aplicar agujas en ciertos músculos, en este caso faciales, con el objetivo de estimular aquellos que se encuentran atrofiados. Es probable que este tratamiento dure un par de meses. Recuerda consultar a tu médico antes de recurrir a este tipo de prácticas, y, si decides hacerlo, que sea con un profesional autorizado.

Evitar la fatiga visual

Una forma de prevenir el párpado caído es evitando forzar la visión. Actualmente, estamos rodeados por pantallas que utilizamos para trabajar o despejarnos, que sobre exigen a los ojos. Los especialistas señalan que es importante descansar la vista cada 10 minutos, mirando hacia otro lado de la pantalla o fuera de ella por unos 30 segundos.

Ejercicios para los párpados

Otra manera de evitar que los músculos de los párpados se atrofien es mediante el ejercicio. Para ello, coloca los dedos índices en las esquinas externas de tus ojos y los del medio en las esquinas internas. Luego, aplica una presión suave y dirige tu mirada al techo entrecerrando los ojos solo con los párpados inferiores, mientras mantienes los superiores abiertos.

Recuerda

Hasta contar con evidencia científica significativa proveniente de ensayos en humanos, las personas interesadas en utilizar terapias a base de hierbas y suplementos deben tener mucho cuidado. No abandones ni modifiques tus medicamentos o tratamientos, antes habla con el doctor sobre los potenciales efectos de las terapias alternativas o complementarias.

Fuentes consultadas:

Academia Estadounidense de Oftalmología, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Instituto Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa, Instituto Nacional del Ojo.