Cocina en casa

Date la oportunidad de comer alimentos preparados por ti, no solo que te gustan, sino con tu sazón y tus sentimientos. Es así, las intenciones que se tienen al preparar los alimentos influyen en tu organismo. Gabriel Cousens, en su libro Conscious Eating, afirma que “la comida preparada con una energía amorosa y con la conciencia de la esencia de la persona que la hace genera un efecto particular en la persona que come.

Comidas adictivas

Desayuna siempre

El desayuno es considerado la comida más importante del día porque de allí obtienes energías y vitaminas que te servirán para todo el resto del día. Además, el desayuno es sumamente importante debido a que es la primera ingesta que realizas luego de haber estado un número de horas en reposo. Un buen desayuno es una de las bases de una alimentación y una salud adecuadas, al punto de que hasta reduce el riesgo de desarrollar diabetes.

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Limita el consumo de carne

La OMS recomienda limitar el consumo de carne procesada y carne roja porque están vinculados a un mayor riesgo de muerte por enfermedades del corazón, diabetes y otras enfermedades. Lo ideal es que te asegures de que tu porción de carne no supere en tu plato a la de vegetales. Haz de este alimento tu “guarnición” y de las verduras “el fuerte”.

Toma agua

Está demostrado que la deshidratación provoca fatiga, cansancio y entorpece el funcionamiento de órganos y operaciones cognitivas. Tomar agua también te ayuda a controlar tu peso porque ayuda en el proceso digestivo y te brinda sensación de saciedad. En general se recomienda que las mujeres consuman 2 litros de agua y los hombres 3. Bebe un gran vaso con agua al despertar y distribuye el resto del líquido en el transcurso del día.

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Haz ejercicio

No es necesario que te inscribas en el gimnasio y hagas una rutina fuerte de pesas. Caminar vigorosamente, al menos, media hora al día puede ser suficiente. El ejercicio previene problemas de salud, aumenta la fuerza y la energía. Te ayuda a reducir el estrés y a mantener un peso corporal saludable.

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Agradece más y quéjate menos

Cuando eres una persona agradecida tu mente se enfoca en lo que tienes y no en lo que te falta. Ese simple hecho te hace una persona mucho más feliz. Por eso es importante que te enfoques en lo bueno, aún en los peores escenarios para cultivar una mente positiva. De esa manera diriges tu energía hacia las cosas buenas. Nada ganas si optas por vivir de tus pesadillas y miedos. Afronta la vida de otra manera y cambia tu entorno.

Desconèctate

Procura alejarte de las notificaciones, las redes sociales, y todas las demás tentaciones digitales que te distraen de establecer relaciones sociales significativas con los demás miembros de tu familia, amigos o compañeros de trabajo. También es importante que pases más tiempo al aire libre, respires aire puro, leer un libro y disfrutar de la naturaleza. Si te cuesta trabajo, empieza con un reto de horas, hasta que se vuelva un día entero.

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Limpia tu casa

Las personas que hacen limpiezas profundas en el hogar aseguran que ese proceso es liberador. De hecho, los japoneses creen que limpiar el hogar es como limpiar el alma y aseguran que sólo hace falta un día para que tu casa quede ordenada para siempre. La organización efectiva implica sólo dos acciones esenciales: desechar lo que no sirve y decidir dónde guardar lo que se conserva y eso, con seguridad, te hará más feliz.

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Relájate

No es una tarea fácil escapar del estrés que te acecha en la casa, en la calle y en el trabajo. Pero lo que sí puedes hacer es contrarrestar sus efectos, mediante actividades de relajación. Relajarse no es un lujo, es una necesidad. Cuando el cuerpo y la mente están relajados, mejora el rendimiento físico e intelectual lo que te permite ser más efectivo y productivo. Además, tiene otros beneficios como el control de la presión arterial,

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Sé consecuente

Lo más difícil no es hacer un propósito de año nuevo, sino cumplirlo. La clave está en establecer prioridades y descubrir cómo cada resolución te hará ganar más confianza en ti mismo y te hará sentir mejor. “No te pongas únicamente metas realistas y alcanzables, sino metas que además tengan un significado importante”, aconseja la psicóloga Dr. Susan Ablers. “Encuentra una razón más profunda que te permita lograr tus objetivos”, puntualiza.

Fuentes consultadas

Clínica Mayo Biblioteca Nacional de Medicina Academia Americana de Médicos de Familia