Al igual que con la salud física, es importante incorporar ciertos hábitos para proteger la salud mental, de lo contrario, se pueden sufrir alteraciones en el estado de ánimo, ansiedad, dificultad para pensar con claridad, problemas para relacionarse, y daños en la confianza y autoestima. Ten en cuenta estos consejos para cuidar tu salud mental:

Aliméntate correctamente

Una dieta saludable, rica en vegetales, frutas, legumbres y cereales, es fundamental para cuidar tanto la salud física como mental. Sin embargo, existen ciertos alimentos que se asocian a un mejor estado de ánimo, como las bananas, frijoles, y pescado graso. Mantener una correcta hidratación (bebiendo entre 2 y 2 ½ litros de agua al día) también es clave. A su vez, se recomienda limitar o evitar el alcohol, cafeína, carbohidratos refinados y azúcares agregados.

Haz ejercicio

No olvides reservar parte de tu tiempo para el ejercicio, que además de cuidar la salud física, es excelente para la salud mental. Esto se debe a que ayuda a aliviar el estrés, mejora el estado de ánimo, facilita dormir correctamente, y sirve para controlar los síntomas de la ansiedad o depresión. Los expertos explican que al ejercitarnos mejora el flujo sanguíneo, permitiendo que el cuerpo reciba más oxígeno, y con ello, promoviendo una sensación de relajación.

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Duerme correctamente

Existen estudios que muestran que aquellas personas que duermen en promedio menos de 6 horas por noche son más propensas a sufrir angustia mental, ansiedad y depresión. Para dormir correctamente se recomienda evitar la cafeína después de las 3 p. m., intentar acostarse y despertarse a la misma hora todos los días, y convertir el dormitorio en un espacio tranquilo y relajante.

Ten hobbies

Un hobby puede ayudarte a superar traumas o problemas que te afligen y condicionan. Además, dependiendo cual sea tu favorito, puede ofrecerte beneficios extras, como mejores capacidades físicas o cognitivas. Prueba con leer, escribir, practicar manualidades, jardinería, fotografía o cocinar.

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Trabaja las habilidades de afrontamiento

Las habilidades de afrontamiento son esfuerzos que se hacen mediante acciones o pensamientos para enfrentar diferentes demandas o conflictos, por ejemplo, ser flexibles o no renunciar fácilmente ante un " fracaso". Si bien pueden estar centradas en un problema particular, también pueden referirse a las emociones, relaciones interpersonales o autocuidado.

Prueba la meditación

La meditación es una práctica destinada a regular el cuerpo y la mente para dirigirlos a un estado de profunda relajación, por lo que suele recomendarse para mejorar la salud mental. Para hacerlo, se recomienda estar en un lugar tranquilo, adoptar una postura cómoda, elegir un foco de atención (palabras, respiración u objetos) y dejar que los pensamientos vayan y vengan naturalmente sin juzgarlos.

Realiza técnicas de relajación

Toma un poco de sol

Una exposición moderada durante las primeras horas del día a la luz solar es una buena forma de obtener vitamina D, la cual se asocia a un mejor estado de ánimo. Existen muchas formas de aprovechar los beneficios del sol, por ejemplo, dando un paseo, descansando sentado en el patio o algún espacio público, comiendo fuera o haciendo ejercicio. Lo importante es usar protector solar para no sufrir daños por los rayos UV.

Conéctate con los demás

Las redes sociales suelen usarse como fuente de entretenimiento o información, pero el consumo constante de información sobre la vida de otras personas también puede hacer que los usuarios se comparen, promoviendo sentimientos de baja autoestima. Por este motivo, los expertos aconsejan limitar el tiempo que pasamos en las redes y conectar más con familiares, amistades o compañeros del trabajo. Esto puede ayudar a aliviar sentimientos de soledad y facilitar la obtención de apoyo emocional.

Consulta a un profesional

Todos los consejos anteriores son de ayuda para mejorar tu bienestar mental, sin embargo, no pueden "curar" ninguna enfermedad mental. Estas son afecciones serias que deben tratarse con profesionales de la salud capacitados, de lo contrario, a la larga pueden causar otros problemas, no solo emocionales sino también físicos. Comunícate con un profesional si habitualmente te sientes molesto, ansioso, triste, estresado, abrumado, irritable o poco motivado.

Fuentes consultadas:

Asociación Estadounidense de Psiquiatría, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), Clínica Mayo.