1. Cortar el queso en trocitos de 1x1x5 centímetros (0.40x0.40x2 pulgadas) y apartar.
2. Sobre una mesa o superficie lisa poner la harina cernida con la sal. hacer un hueco en el centro y allí poner los huevos y el aceite. Unir con los dedos e incorporar el agua y harina si es necesario. Amasar hasta que despegue de la mesa y de las manos. La cantidad de agua depende del tamaño de los huevos.
3. Con una máquina para amasar o con las manos y con un rodillo Amasar y estirar la pasta hasta tener una tela fina, pero no demasiado.
4. Extender sobre la mesa y con una ruedita para cortar pasta cortar en tiras de 2 centímetros de ancho.(0.78 pulgadas)
5. Envolver cada trocito de queso con esas tiras.
6. En una sartén teflón poner el aceite a calentar y sin estar demasiado caliente, freír las piezas, pocas a la vez, hasta dorar, unos 2 minutos.
7. Sacar del aceite con una espumadera o cuchara perforada y poner sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.